Una investigación dice que el abogado Rosenberg planificó su propia muerte.


Guatemala, 12 ene (EFE).- La Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (Cicig) aseguró hoy que el abogado Rodrigo Rosenberg planificó su propio asesinato el pasado 10 de mayo, agobiado por "una situación anímica muy peculiar". Al presentar las conclusiones de las investigaciones del crimen que generó la más grave crisis política en este país en décadas, el jurista español Carlos Castresana, jefe de la Cicig, exoneró de responsabilidad en este hecho al presidente Álvaro Colom, a quien Rosenberg había implicado en un vídeo grabado antes de su muerte.
También fueron exculpados la esposa del mandatario, Sandra Torres de Colom, así como al secretario privado de la Presidencia, Gustavo Alejos, y al empresario Gregorio Valdez, entre otros mencionados por el abogado en el vídeo. Castresana descartó que tras ese crimen haya existido una conspiración en contra del Gobierno e indicó que "nadie más, ningún político, ningún ministro, ningún jefe de Policía, ningún comisario" tuvo participación en el asesinato.
"La verdad interina" de este caso, como calificó el jefe de la Cicig los resultados de la investigación, aunque sea "una verdad impopular", está basada en pruebas científicas irrefutables que "milimétricamente" han sido constatadas con los autores materiales del homicidio que desde septiembre pasado están en prisión.
"Rosenberg, que era una persona honorable, sabía lo que hacía, actuó solo, no conspiró con nadie y a nadie le dijo lo que iba a hacer", aseguró durante una concurrida rueda de prensa, en la que también estuvieron presentes diplomáticos y representantes de la sociedad guatemalteca.
Según las conclusiones de la investigación que se demoró ocho meses y en la que participaron 300 especialistas de once países que colaboran con la Cicig, fue el mismo Rosenberg quien "decidió poner fin a su vida".
Para ello, el abogado contó con la ayuda de los hermanos Francisco José y José Estuardo Valdés Paiz -prófugos de la justicia desde diciembre- íntimos amigos suyos, quienes sin saber de sus planes suicidas contrataron a la banda de sicarios que ejecutó el crimen.
"Le pidió ayuda a estos amigos muy íntimos y cercanos (...) Parece ser que él les dijo: 'tengo un extorsionador que me está amenazando y me va a matar, y lo quiero matar yo' (...) Ellos (los Valdés Paiz) recibieron el encargo", indicó Castresana. Los hermanos recurrieron a su jefe de seguridad y le dijeron que buscara a alguien que pudiera encargarse del asesinato, así es como "éste busca a los sicarios", explicó.
Según el titular de la Cicig, Rosenberg estaba agobiado por la "desesperación" y "frustración" generada tras el asesinato, el 14 de abril del año pasado, de su amigo, el industrial Khalil Musa, y de Marjorie, hija de éste, con quien el abogado mantenía una relación afectiva.
Por ello, agregó, planificó su muerte con el fin de "producir un cambio, casi un terremoto en Guatemala", país que sufre "una situación de impunidad endémica". El abogado habría emprendido por su cuenta una investigación para esclarecer el asesinato de los Musa, de la que "no obtuvo ninguna prueba contundente", solo "informaciones sin fundamento" que le bastaron para arribar a conclusiones parciales.
Éstas las habría relacionado con denuncias hechas por amigos suyos sobre supuestos actos anómalos en el Ministerio del Interior, la Asociación Nacional del Café y el Banco de Desarrollo Rural. De ahí que, según los investigadores, en el vídeo póstumo Rosenberg responsabilizara de su muerte a Colom y a su esposa, al secretario privado de la Presidencia y al empresario Gregorio Valdéz, entre otros, que, según dijo, también habrían ordenado la ejecución de los Musa.
El abogado "estaba convencido de lo que dijo en ese vídeo, y lo que quería, sacrificando su vida, era de alguna manera abrir la caja de los truenos, y como él dice en el vídeo producir un cambio, casi un terremoto en Guatemala", detalló Castresana.

La muerte de los Musa, que también es investigada por la Cicig, aún llevará tiempo en ser esclarecida. "Necesitamos tiempo y paciencia", indicó el magistrado español.
De momento "no hay más explicación, por lo menos nosotros no tenemos otra", añadió.
En declaraciones hoy a un medio local, antes de que conocerse el informe de la Cicig sobre este caso, el presidente guatemalteco aseguró que el asesinato de Rosenberg "fue lo peor" que le pudo pasar y produjo un "megadaño" al país. "Fue un megadaño y se debe resolver judicialmente. Fue una infamia que no sé en dónde tuvo su origen, pero mi credibilidad aguantó la crisis", señaló el gobernante. fuente AFP

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