Desde hoy la peluquería es una profesión de alto riesgo. Y no por el uso de material cortante (tijeras), tóxico (tintes) o abrasador (planchas y secadores), la peluquería es una profesión de alto riesgo por culpa de la clientela.
Porque un mal corte de pelo no es plato de buen gusto para nadie: un trasquilón en el flequillo, un bob poco favorecedor, una permanente que parece producto de haber metido los dedos en un enchufe... pueden desencadenar reacciones de todo tipo. Algunos lloran de rabia, otros de pena al verse tan desfavorecidos, los hay que se lían a gritos con el peluquero y luego está esta joven.
La mujer, a la que al parecer no le gustó mucho como le habían dejado, acudió a la peluquería mazo en mano para liarse a golpes con todo el material que encontraba a su paso. Primero una estantería, luego varias mesas, a continuación el espejo y por último la propia peluquera a la que se dirigió a gritos. El local, en el sudeste asiático, quedó totalmente destrozado y los clientes acabaron huyendo despavoridos.
¿Es o no es alto riesgo?
- VISTO EN EÑ HUFFPOST.ES
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