Una mierda como el Kilimanjaro de grande. Eso es lo que tenía un paciente chino de 22 años que se presentó en urgencias después de… 22 años sin cagar o cagando mal. El (muy) paciente Zhou Hai llegó a un hospital de Shanghai quejándose de un fuerte dolor abdominal y con dificultades para respirar, según explica el medio en inglés Asian One citando fuentes chinas. El hombre tenía el vientre hinchado, no:, lo siguiente, tal y como se aprecia en la foto tomada por los propios galenos:
Zhou explicó a los médicos que sufría en silencio de un grave estreñimiento desde el mismo día en que nació. Los laxantes que tomaba apenas le servían para aliviar su situación. Por su parte, los padres no le dieron importancia, de modo que el problema fue olvidado mientras no dejaba de acumularse la mierda en el intestino del pobre Zhou. Cuando el pobre hombre estaba a punto de estallar, acudió a urgencias. Los cirujanos necesitaron tres horas para extraer una gigantesca sección del colon de Zhou: 76 centímetros y 13 kilos de peso, el equivalente a tres trillizos robustos o unos cien tordos de tamaño regular.
Una vez liberado de su pesada carga, el paciente fue diagnosticado con la enfermedad de Hirschsprung, una enfermedad congénita que provoca el bloqueo del ingestino grueso. Según cuenta el digital, “la ausencia de células ganglionares en el colon impiden que éste se contraiga normalmente, siendo incapaz de empujar los desechos a través del intestino y provocando estreñimiento crónico e incluso el desarrollo de un “megacolon” si no recibe el tratamiento apropiado”.
A pesar de que esta rara enfermedad suele diagnosticarse en las primeras 48 horas tras el nacimiento, en casos excepcionales, como el del desdichado Zhou, sólo se descubren en la edad adulta. - via strambotic - publico.es
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