El fútbol es popular universalmente, entre otras razones, por ser un deporte que cualquier persona puede practicar. Basta una pelota para empezar a disfrutar. Pero para jugar con un cierto nivel de eficacia es muy recomendable que el terreno de juego no sea de tierra ni de cemento, sino de césped. De césped bien cuidado.
Los equipos profesionales destinan grandes cantidades de dinero a mantener la hierba del estadio en buenas condiciones, pero en los campos de juego de los aficionados es muy difícil conseguir que el terreno no acabe con todo el césped arrancado y en un estado lamentable.
Para evitar este problema, unos estudiantes de la School of Visual Arts de New York han ideado un sistema que conseguiría replantar el césped justo en aquellas zonas donde sea pisoteado.
La idea es dotar a las botas de fútbol de un pequeño depósito interior donde almacenar semillas que se van esparciendo por el terreno a través de los tacos que las botas llevan en las suelas. Al ser presionados, las semillas salen a través de unos agujeritos y quedan plantadas para convertirse en briznas de hierba al cabo de poco tiempo.
Interesante, y me atrevería a sugerir una mejora: que la mitad de los tacos emitan semillas, y la otra mitad expulsen gotitas de agua para convertirse en micro-regaderas.Visto en Adsoftheworld.com, via nopuedocreer.com
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