GULATECA: UN CUBO DE RUBIK COMESTIBLE, EL POSTRE DE MODA EN PARÍS


¿Hay algo mejor que ser capaz de resolver el famoso Cubo de Rubik en unos minutos o incluso segundos? Pues desde hace poco sí: poder comérselo. Eso es lo que propone el pastelero Cédric Grolet, que oficia en el hotel Le Maurice de París, y cuyos postres con forma de Cubo de Rubik se han convertido en todo un fenómeno en las redes.
Y, según leemos en la Cadena SER, también en el mundo real, porque hay que encargar este dulce con nada menos que tres días de antelación, aunque no queda claro si es por el éxito que está teniendo o por el trabajo que requiere.
Elegido como el mejor pastelero del mundo en 2017,  el capricho de comerse un Cubo de Rubik no va a salir muy barato.

Aunque no figura el precio concreto, para hacerse una idea, el servicio de té y dulces se cobra a 52 euros en este lujoso hotel parisino. Grolet es el responsable de la partida de postres de los dos restaurantes del hotel -que forman parte del imperio gastronómico de Alain Ducasse-, incluyendo Le Dali, con dos Estrellas Michelin.
Eso sí, a la vista del postre en mano de Grolet, no parece que sea para un único comensal. De hecho, incluye un total de 27 pequeños pasteles cúbicos, así que compartir el Cubo de Rubik y la factura parece un buen plan.
En cualquier caso, este ingenioso postre arrasa en el perfil de Instagram de este pastelero, donde las diferentes versiones que va compartiendo consiguen cada día decenas de miles de likes. Pero no se trata sólo -explica él mismo- de una colorida y vistosa presentación, sino de que también esté bueno para conseguir que los clientes vuelvan.

Publicar un comentario

0 Comentarios