¿CÓMO MURIÓ RASPUTIN? EL MONJE LOCO


El monje loco –más recordado por sus 30 centímetros incorruptos aún coleando en formol en un museo ruso que por su influencia en la corte del último zar, Nicolás II– fue envenenado con arsénico, tiroteado y arrojado a un río helado. Cuando tiraron el supuesto cadáver al Neva, Rasputín “aún estaba vivo”, contó uno de sus asesinos años después. “Lo matamos por pura frivolidad”. Ésa fue la justificación que dio el príncipe Félix Yusupov. “Nos ofendía que ciertas señoras de la nobleza se acostaran con él para hacer méritos con la zarina”. Fue una gran equivocación, añadió. “Éramos jóvenes, frívolos y demasiado ricos”.
Hasta aquí el capítulo histórico de aquel 29 de diciembre de 1916. El capítulo forense se reabrió hace tres años. Andrew Cook concluyó en su libro To kill Rasputin (matar a Rasputín) que fue el servicio secreto británico quien estuvo detrás del asesinato del curandero de cabecera de los Romanov. Cook encargó una revisión de la autopsia a Derrick Pounder, catedrático del departamento de medicina forense de la Universidad de Dundee (Escocia). La conclusión se basa en evidencias balísticas. Rasputín recibió tres disparos. Uno le mató. “El tiro fatal en la frente fue disparado con una pistola diferente a la que causó las otras dos heridas en pecho y abdomen”, explicó el catedrático. Una pistola de mayor calibre que al parecer llevaba un agente británico. “La bala lo hubiera demostrado sin ninguna duda”, añadió Pounder. Pero nunca se llegó a encontrar. “Aparentemente el agente se la llevó como souvenir, aunque lo cierto es que se estaba llevando la prueba vital del caso”. EL PERIÓDICO

Publicar un comentario

0 Comentarios