Aunque el Palacio de Buckingham se negó ayer a hacer ningún comentario, Sarah Ferguson, la protagonista del nuevo escándalo que salpica a la familia real británica, estaba ayer «devastada» y lamentaba «profundamente la situación», según su portavoz. No es para menos, ya que la duquesa de York cayó de lleno en una trampa del tabloide News of the World, que la grabó con una cámara oculta mientras ofrecía a un supuesto hombre de negocios (en realidad, un reportero camuflado) la posibilidad de acceder a su exmarido, el príncipe Andrés, a cambio de 500.000 libras (575.000 euros).
En el vídeo, Fergie acepta un anticipo en metálico de 40.000 dólares (31.800 euros), que guarda en un maletín, durante un encuentro, el martes, en un apartamento de Londres. Según el rotativo, el príncipe, que es representante especial del Reino Unido para Comercio Internacional e Inversiones –de ahí el supuesto interés del hombre de negocios–, no estaba al corriente de la operación.
De todos modos, unas palabras de la exnuera de Isabel II indican lo contrario. «Tú cuidas de mí y él [Andrés] cuidará de ti, y recibirás multiplicado lo que inviertas. Yo puedo abrirte cualquier puerta», dice Fergie en el vídeo, que puede verse en la web del tabloide británico. Luego la duquesa se contradice al asegurar que su exmarido «nunca acepta un penique por nada» y lo describe como «más blanco que el blanco».

DEUDAS / La duquesa y el príncipe Andrés, que tienen dos hijas en común, se separaron en 1992 pero mantienen una relación estrecha y amistosa. «Soy contribuyente británica, dejé a la familia real para obtener mi libertad, y la libertad significa que no tengo nada», se lamenta Fergie, que lleva meses acumulando deudas. Sin ir más lejos el bufete de abogados británico Davenport Lyons la demandó el pasado abril por una factura impagada de 115.000 euros. La duquesa, que en la grabación pide que el resto del dinero se le ingrese en una cuenta bancaria, ya se había reunido dos veces con el falso hombre de negocios, según el tabloide.ELPERIODICO.