Desde su muerte el pasado 25 de junio, el legado del artista ha recaudado cerca de 1.000 millones de dólares, que ya cubren todas sus deudas
Es tan cruel como cierto: las grandes estrellas de la música valen mucho más muertas que vivas. Los éxitos de ultratumba de John Lennon, Elvis Presley, Frank Sinatra y Johnny Cash demuestran esta verdad absoluta del márketing musical. Michael Jackson es el último genio en sumarse a esta luctuosa lista. En menos de un año (el próximo viernes se cumple el primer aniversario de su muerte en el hospital de la Universidad de UCLA en Los Ángeles), el rey del pop ha pasado de ser un icono casi en la ruina, con más de 500 millones de dólares en deudas y unos ingresos anuales de apenas 2 millones, a convertirse en una de las figuras que más ha recaudado en los últimos 12 meses. La cifra es mareante: los discos, películas, conciertos virtuales y demás merchandising ligados al artista han recaudado más de 1.000 millones de dólares en todo el mundo desde entonces.
El capítulo de pérdidas, el panorama dibujado hasta ahora era desolador y también alcanza la categoría de millonario. La muerte de Michael Jackson le costó a AEG, empresa promotora de la gira de 50 conciertos que el artista tenía prevista realizar en Londres, y a los administradores de su legado, John Branca y John McClain, cerca de 622 millones de dólares. AEG perdió unos 80 millones derivados de la devolución de las 750.000 entradas que se habían vendido para el tour, además de 40 millones en gastos de reservas y gestiones de permisos.
Además, la compañía de promoción también se hizo cargo de la factura de 2 millones de dólares del funeral de Jackson. En total, 122 millones a los que hay añadirles los 500 millones de deuda del artista, que asumieron los gestores de su fortuna.
Una marca comercial
Sin embargo, ni AEG ni los controvertidos Branca y McClain son precisamente hermanitas de la caridad. Sabían que la muerte del rey del pop era una mina de oro y la han explotado hasta convertir sus pérdidas en beneficios. "Michael Jackson es más rentable ahora que ha fallecido. Lo tenía todo para convertirse en una gran marca comercial después de su muerte y aún no ha llegado al máximo de su rentabilidad", explicó a Público Paul Jankowsky, experto en márketing musical y ex director de la compañía Elvis Presley Enterprises, encargada de la gestión del legado del músico de Memphis.
A Jankowsky no le falta razón. Los beneficios directos de los contratos firmados por sus gestores y las ventas de productos y entradas para espectáculos relacionados con el cantante han sumado desde su muerte más de 960 millones de dólares. Sólo la semana de su fallecimiento, Jackson vendió nueve millones de discos en todo el mundo, para totalizar más de 31 millones de álbum en los últimos 12 meses. Este concepto, además de las ventas de DVD, han dejado en la caja de sus administradores y su familia cerca de 250 millones de dólares. Paul Jankowski justifica este boom porque, a los que ya conocían el trabajo de Michael, "se ha sumado un gran número de jóvenes que han accedido a su música a través de Internet y ha acabado comprando sus discos".
Hace sólo un par de meses, la multinacional Sony, a través de su filial discográfica Columbia Epic, anunció el mayor contrato musical de la historia del show business: 250 millones de dólares por los derechos sobre la herencia musical del rey del pop, incluidas canciones inéditas.
Un momento que Rob Stringer, presidente de la compañía, calificó como "un hito en la historia de la música". Stringer asegura que los derechos se extienden a todo tipo de proyectos, no sólo musicales. "Podremos hacer representaciones en Broadway, películas de cine o videojuegos", reconoció el máximo responsable de Columbia Epic. El primero de estos proyectos se convirtió en realidad el pasado lunes: la compañía francesa de videojuegos Ubisoft anunció durante la feria E3 que se encuentra en desarrollo de un título de baile sobre Michael Jackson.
Y un lugar de peregrinación
El videojuego tiene visos de éxito comercial, como ya lo fue la película This is it. El pseudodocumental firmado por Kenny Ortega, coreógrafo y amigo personal de Jackson, ha recaudado más de 260 millones de dólares en las taquillas de todo el mundo. Además, los administradores del cantante acaban de firmar un contrato de 200 millones con el Circo del Sol para la creación de dos espectáculos exclusivos, uno fijo en Las Vegas y otro itinerante. Aunque las conversaciones con la compañía artística se iniciaron con Jackson en vida, el visto bueno se dio tras su muerte. "Era un gran fan y vino ha visitar nuestras oficinas de Montreal", confiesa Daniel Lamarre, director ejecutivo del Circo del Sol.
Por su parte, según Lamarre, hablamos de "un proyecto que seguiría en pie si no hubiera fallecido". Y asegura que "hubiera sido un gran honor trabajar con él".
La fábrica de dinero llamada Michael Jackson no para y, según ha trascendido en los últimos días, la familia del rey del pop ultima ya los planes para crear un centro de peregrinación y un museo en el rancho Neverland, a imagen y semejanza del Graceland de Elvis. Según las estimaciones, el valor comercial podría superar los 293 millones de dólares. En otro intento más por ponerle precio a la memoria de Michael, la familia ha autorizado a que el diseñador Simon Tavassoli ponga a la venta una edición limitada de 7.000 ejemplares de un cinturón en honor del cantante, a nada menos que 1.231 euros la pieza.
Prueba de la complicidad de los Jackson es que el primero que venda estará firmado por los hijos del rey del pop, Prince Michael I, Paris y Blanket.
¿Y la conexión emocional? Con todos estos datos a la vista, Michael Jackson demostrado ser mucho más rentable muerto que vivo. Al menos 340 millones de dólares más rentable, como demuestra una simple resta. Adam Hanft, experto en imagen de marca y presidente de la consultora neoyorquina Hanft Unilimited, asegura que la familia Jackson debería cuidar más "la conexión emocional con los fans", ya que "incluso la página web oficial del artista parece únicamente una tienda online".
Pero no sólo la familia y los administradores han querido sacar tajada del desgraciado final de Jackson. Rudy Clay, alcalde de Gary, Indiana, ciudad natal del artista, planea establecer un museo permanente en la casa en la que creció Michael. La administración local espera atraer anualmente a entre 750.000 y un millón de personas, lo que dejaría en la pequeña población la nada pequeña cifra de 246 millones de dólares.
Hasta que todos estos proyectos estén terminados, a los fans les queda poco más que acordarse de su ídolo en las celebraciones que se realizarán la próxima semana para conmemorar su fallecimiento. Sin embargo, al contrario de lo que se le supondría a una figura como la de Jackson, casi todos los actos serán íntimos. El viernes se celebrará el evento más destacado, una peregrinación de fans al cementerio de Forest Lawn, donde está enterrado el cantante, para cubrir su tumba de flores. Sólo 14.422 afortunados seguidores tendrán acceso al campo santo. La familia ya ha dado su autorización y Los Ángeles, la ciudad que le dio su último adiós, se prepara para volver a convertirse durante unas horas en el epicentro de la jacksonmanía. publico.
Es tan cruel como cierto: las grandes estrellas de la música valen mucho más muertas que vivas. Los éxitos de ultratumba de John Lennon, Elvis Presley, Frank Sinatra y Johnny Cash demuestran esta verdad absoluta del márketing musical. Michael Jackson es el último genio en sumarse a esta luctuosa lista. En menos de un año (el próximo viernes se cumple el primer aniversario de su muerte en el hospital de la Universidad de UCLA en Los Ángeles), el rey del pop ha pasado de ser un icono casi en la ruina, con más de 500 millones de dólares en deudas y unos ingresos anuales de apenas 2 millones, a convertirse en una de las figuras que más ha recaudado en los últimos 12 meses. La cifra es mareante: los discos, películas, conciertos virtuales y demás merchandising ligados al artista han recaudado más de 1.000 millones de dólares en todo el mundo desde entonces.
El capítulo de pérdidas, el panorama dibujado hasta ahora era desolador y también alcanza la categoría de millonario. La muerte de Michael Jackson le costó a AEG, empresa promotora de la gira de 50 conciertos que el artista tenía prevista realizar en Londres, y a los administradores de su legado, John Branca y John McClain, cerca de 622 millones de dólares. AEG perdió unos 80 millones derivados de la devolución de las 750.000 entradas que se habían vendido para el tour, además de 40 millones en gastos de reservas y gestiones de permisos.
Además, la compañía de promoción también se hizo cargo de la factura de 2 millones de dólares del funeral de Jackson. En total, 122 millones a los que hay añadirles los 500 millones de deuda del artista, que asumieron los gestores de su fortuna.
Una marca comercial
Sin embargo, ni AEG ni los controvertidos Branca y McClain son precisamente hermanitas de la caridad. Sabían que la muerte del rey del pop era una mina de oro y la han explotado hasta convertir sus pérdidas en beneficios. "Michael Jackson es más rentable ahora que ha fallecido. Lo tenía todo para convertirse en una gran marca comercial después de su muerte y aún no ha llegado al máximo de su rentabilidad", explicó a Público Paul Jankowsky, experto en márketing musical y ex director de la compañía Elvis Presley Enterprises, encargada de la gestión del legado del músico de Memphis.
A Jankowsky no le falta razón. Los beneficios directos de los contratos firmados por sus gestores y las ventas de productos y entradas para espectáculos relacionados con el cantante han sumado desde su muerte más de 960 millones de dólares. Sólo la semana de su fallecimiento, Jackson vendió nueve millones de discos en todo el mundo, para totalizar más de 31 millones de álbum en los últimos 12 meses. Este concepto, además de las ventas de DVD, han dejado en la caja de sus administradores y su familia cerca de 250 millones de dólares. Paul Jankowski justifica este boom porque, a los que ya conocían el trabajo de Michael, "se ha sumado un gran número de jóvenes que han accedido a su música a través de Internet y ha acabado comprando sus discos".
Hace sólo un par de meses, la multinacional Sony, a través de su filial discográfica Columbia Epic, anunció el mayor contrato musical de la historia del show business: 250 millones de dólares por los derechos sobre la herencia musical del rey del pop, incluidas canciones inéditas.
Un momento que Rob Stringer, presidente de la compañía, calificó como "un hito en la historia de la música". Stringer asegura que los derechos se extienden a todo tipo de proyectos, no sólo musicales. "Podremos hacer representaciones en Broadway, películas de cine o videojuegos", reconoció el máximo responsable de Columbia Epic. El primero de estos proyectos se convirtió en realidad el pasado lunes: la compañía francesa de videojuegos Ubisoft anunció durante la feria E3 que se encuentra en desarrollo de un título de baile sobre Michael Jackson.
Y un lugar de peregrinación
El videojuego tiene visos de éxito comercial, como ya lo fue la película This is it. El pseudodocumental firmado por Kenny Ortega, coreógrafo y amigo personal de Jackson, ha recaudado más de 260 millones de dólares en las taquillas de todo el mundo. Además, los administradores del cantante acaban de firmar un contrato de 200 millones con el Circo del Sol para la creación de dos espectáculos exclusivos, uno fijo en Las Vegas y otro itinerante. Aunque las conversaciones con la compañía artística se iniciaron con Jackson en vida, el visto bueno se dio tras su muerte. "Era un gran fan y vino ha visitar nuestras oficinas de Montreal", confiesa Daniel Lamarre, director ejecutivo del Circo del Sol.
Por su parte, según Lamarre, hablamos de "un proyecto que seguiría en pie si no hubiera fallecido". Y asegura que "hubiera sido un gran honor trabajar con él".
La fábrica de dinero llamada Michael Jackson no para y, según ha trascendido en los últimos días, la familia del rey del pop ultima ya los planes para crear un centro de peregrinación y un museo en el rancho Neverland, a imagen y semejanza del Graceland de Elvis. Según las estimaciones, el valor comercial podría superar los 293 millones de dólares. En otro intento más por ponerle precio a la memoria de Michael, la familia ha autorizado a que el diseñador Simon Tavassoli ponga a la venta una edición limitada de 7.000 ejemplares de un cinturón en honor del cantante, a nada menos que 1.231 euros la pieza.
Prueba de la complicidad de los Jackson es que el primero que venda estará firmado por los hijos del rey del pop, Prince Michael I, Paris y Blanket.
¿Y la conexión emocional? Con todos estos datos a la vista, Michael Jackson demostrado ser mucho más rentable muerto que vivo. Al menos 340 millones de dólares más rentable, como demuestra una simple resta. Adam Hanft, experto en imagen de marca y presidente de la consultora neoyorquina Hanft Unilimited, asegura que la familia Jackson debería cuidar más "la conexión emocional con los fans", ya que "incluso la página web oficial del artista parece únicamente una tienda online".
Pero no sólo la familia y los administradores han querido sacar tajada del desgraciado final de Jackson. Rudy Clay, alcalde de Gary, Indiana, ciudad natal del artista, planea establecer un museo permanente en la casa en la que creció Michael. La administración local espera atraer anualmente a entre 750.000 y un millón de personas, lo que dejaría en la pequeña población la nada pequeña cifra de 246 millones de dólares.
Hasta que todos estos proyectos estén terminados, a los fans les queda poco más que acordarse de su ídolo en las celebraciones que se realizarán la próxima semana para conmemorar su fallecimiento. Sin embargo, al contrario de lo que se le supondría a una figura como la de Jackson, casi todos los actos serán íntimos. El viernes se celebrará el evento más destacado, una peregrinación de fans al cementerio de Forest Lawn, donde está enterrado el cantante, para cubrir su tumba de flores. Sólo 14.422 afortunados seguidores tendrán acceso al campo santo. La familia ya ha dado su autorización y Los Ángeles, la ciudad que le dio su último adiós, se prepara para volver a convertirse durante unas horas en el epicentro de la jacksonmanía. publico.
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