Cinco empleados de la mayor operadora de telecomunicaciones France Télécom se suicidaron en las últimas dos semanas. Esta cifra eleva a 58 el número muertes autoinfligidas entre los trabajadores de la compañía desde 2008, lo que constituye una tendencia amenazante.
Los suicidios ocurrieron en distintas localidades y se trata de empleados con funciones diferentes, sin que aparentemente tuvieran relación entre ellos. Casi todos se quitaron la vida en sus casas y ninguno en intalaciones de la empresa.
La empresa recibió críticas incesantes de los sindicatos y el gobierno francés después de que se suicidaron 18 personas el año pasado (ahora suman 23). Como consecuencia, procedió al relevo en su dirección general, designando a Stéphane Richard como reemplazo de Didier Lombard y anunció mejorías en las condiciones laborales de los trabajadores.
Estos nuevos casos ponen en tela de juicio todo lo que se ha emprendido para cambiar la situación.
Paralelamente a las investigaciones policíacas y de la administración de France Télécom, los sindicatos realizaron sus propias indagaciones de cada uno de los casos. Lo único que pudieron establecer en concreto es un probable vínculo entre una parte significativa de las muertes y la obligatoriedad de cambiar de puesto y de lugar de trabajo a la que se somente constantemente a los empleados. Dicha necesidad fue impulsada por la dirección anterior como parte de una reestructuración laboral.rt.com
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