¿Puede un suave y tierno poni de peluche aterrorizar a una escuela entera? Pues sí, al menos en la Waterbridge Elementary School, del condado de Orange, Florida (EE.UU.), así pasó.
Por motivos de seguridad hay un estricto código en el colegio según el cual a partir de las 11:00 A.M. se restringen los movimientos dentro del recinto escolar y se prohíben terminantemente fuera de él.
Así que imagináos cómo cundió el pánico cuando la dirección del centro observó que en el solitario patio había un pony de peluche. Claro, la lógica dicta que si hay un juguete solitario frente a una escuela sólo puede ser una bomba.
Poco se tardó en llamar a los artificieros, que acordonaron la zona, pusieron en marcha su robotijo y procedieron a la desactivación del animal por detonación.
Al final la cosa no fue para tanto. El portavoz de la policía, una vez hecho trizas el peluche, declaró que no había carga explosiva alguna dentro del juguete.
Ahora es cuando yo, con esa vena sensiblera de la que os hablé, echa una lagrimita pensando en un pobre poni que cobra vida como los juguetes en Toy Story e iba en busca de su dueño al colegio para poder jugar.nopuedocreer.com
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