Batman, el superhéroe que hasta el momento velaba cada noche por la seguridad de las calles en Gotham City, ha anunciado esta mañana que la política de reajustes que está llevando a cabo el ayuntamiento le obliga a solicitar un cambio de horario y a buscar un sobresueldo en otras áreas. “Me han quitado el plus de nocturnidad y el de peligrosidad me lo han rebajado diciendo que ya tengo el asunto muy por la mano y que no hay tanto peligro. Creo que esto no lo aceptaría ningún sindicato y yo, aunque duerma del revés, en el fondo tengo los pies en el suelo”, declara Batman. El mítico héroe se vio obligado a despedir a su mayordomo hace un año y ahora solicita de vez en cuando la ayuda de una chica de origen filipino “que recoge la casa por encima, saca brillo a la vajilla de plata y poco más”, se lamenta. A partir de ahora, Batman complementará la defensa de la ley con la animación cultural. “Fiestas, despedidas de soltero… No estudié para acabar haciendo esto pero es lo que tiene ser freelance hoy en día”, reconoce.
La prensa sensacionalista ha aprovechado la noticia para hablar de la decadencia personal de Batman. “No se cuida. Su capa está llena de lamparones pero no se digna a lavarla alegando que por la noche no luce. No se trata sólo de un problema económico. Está anímicamente decaído y cuando un niño se le acerca pone mala cara”, asegura en un reportaje la revista “GC”. El propio Batman critica la creciente presencia de guardias de seguridad en numerosos establecimientos e instituciones públicas. “Es intrusismo profesional, muchos de ellos no se han enfrentado a verdaderas situaciones de peligro”, se queja el superhéroe. “El talento no se cuida y eso a la larga nos empobrece”, sentencia.
La trayectoria laboral y personal de Batman recuerda peligrosamente a la de Ronald McDonald, que ha acabado regentando un local de fotocopias en Móstoles. “Hasta el momento Batman ha ido aplacando la crisis vendiendo algunas pertenencias. Se deshizo del coche ese negro y se compró un SEAT Ritmo tuneado de tercera mano. Pero cuando no le quede más que el sueldo de mileurista ya veremos cómo acaba”, concluye el reportaje de “GC”. ELMUNDOTODAY.COM
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