MOCHILA EXPLOSIVA CON SORPRESA


Hace unos días aparecía cerca de los juzgados de la ciudad de Islip, Nueva York (EE.UU.) una extraña y solitaria mochila. Si la gente ya andaba mosqueada con lo de las bolsas abandonadas, ahora que Bin Laden está criando malvas os podéis imaginar que el mosqueo se convirtió en histeria. El hecho de que la mochila tuviera un fuerte olor a amoníaco y llegasen varios listos diciendo que ese producto podía utilizarse para fabricar explosivos no ayudó a que la gente se calmara.

Con el ataque de nervios colectivo desatado la policía actuó bajo presión para descubrir… que no era otra cosa que una mochila húmeda. Ahora bien, ¿quién le hecha amoníaco a una bolsa?

La respuesta la tuvo un tal Melvin Ruffin, de 19 añitos que explicó lo que había ocurrido: iba tan tranquilo en el autobús camino del juzgado cuando el Chihuahua de una de las viajeras tuvo que aliviar su vejiga. Lo hizo, como os podéis imaginar, en la mochila dejando un pestazo a amoníaco en el tejido (por lo visto la orina huele así).

Melvin, con asco y bastante cabreado por encontrarse con una mochila estropeada, arrojó el artículo entre los arbustos junto al juzgado. El resto es historia de la paranoia. Si es justificada o no, que lo digan los lectores.

Por lo que a nosotros respecta no usamos ni mochila ni tenemos chihuahuas. Así que creemos que estamos fuera de las listas de terroristas peligrosos. vISTO EN NOPUEDOCREER.COM
Reactions

Publicar un comentario

0 Comentarios