Al circular por una autopista de Phoenix, en Arizona, fue sorprendido por la inmensa tormenta de arena que anteayer se abatió sobre la ciudad pero en vez de frenar o dar vuelta, decide encarar la gigantesca nube.
Sin dudar en ningún momento, se aproxima al polvo, detrás del cual suponemos se encuentra la ciudad del "Gran valle del sol", y el panorama se oscurece. Cada vez menos coches circulan por la carretera, la densidad lo envuelve hasta encontrarse solo y en medio de la nada.
La tormenta de arena cruzó la metrópoli estadounidense con vientos de al menos100 kilómetros por hora, y su masa alcanzó los 3 mil metros de altura, dejando sin electricidad a toda la ciudad y suspendiendo los vuelos de origen y con destino a Phoenix. El origen de la tormenta ocurrió en Tucson, siguiendo hasta el norte y cruzando el desierto. Algunos observadores no han resultado tan impactados por la masa grisácea tanto como por la suerte del conductor para encontrar todas las luces de semáforo en verde a lo largo de su camino. UNMUNDORARO.
Sin dudar en ningún momento, se aproxima al polvo, detrás del cual suponemos se encuentra la ciudad del "Gran valle del sol", y el panorama se oscurece. Cada vez menos coches circulan por la carretera, la densidad lo envuelve hasta encontrarse solo y en medio de la nada.
La tormenta de arena cruzó la metrópoli estadounidense con vientos de al menos100 kilómetros por hora, y su masa alcanzó los 3 mil metros de altura, dejando sin electricidad a toda la ciudad y suspendiendo los vuelos de origen y con destino a Phoenix. El origen de la tormenta ocurrió en Tucson, siguiendo hasta el norte y cruzando el desierto. Algunos observadores no han resultado tan impactados por la masa grisácea tanto como por la suerte del conductor para encontrar todas las luces de semáforo en verde a lo largo de su camino. UNMUNDORARO.

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