Vaya donde vaya, los mejores sitios siempre están reservados: en un restaurante, en un avión o en la barra de un bar. Hartito me tienen esos carteles de “Reservado” que te hacen sentir inferior porque no vas a poder sentarte ahí, malditos snobs. Pero se acabó, ahora me toca a mi ser importante, ahora voy a ir a la playa con mi toalla y voy a dejar claro cual es mi sitio, mio y de nadie más.

Me encanta ponerme dramático por tonterías. El caso es que esta divertida toalla hará que puedas sentirte como un ricachón reservando la mejor mesa del mejor restaurante de la ciudad, eso sí, como mucho lo que vas a reservar tú es un trozo de arena o una tumbona resultona. Aunque siempre se le puede dar un uso más interesante y poner la toalla sobre alguna moza dorada al sol… NOPUEDOCREER.COM