EL CONDUCTOR MÁS AFORTUNADO DEL MUNDO


Puede dar gracias a Dios, si es que cree en él. Nuestro protagonista conducía su vehículo sobre la nieve, a más velocidad de la adecuadad dadas las condiciones de la carretera, y a pesar de atravesar una larga recta. En un momento determinado, se le fue ligeramente la dirección para evitar un choque frontal y perdió completamente el control del vehículo.


La suerte le salvó la vida, teniendo en cuenta lo que tenía por delante. No obstante, lo más curioso de todo fue su tono y su actitud: cualquiera diría que estuvo a punto de sufrir un accidente espeluznante. AFP

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