Los objetos con sudor de ídolos suelen ser objeto de subasta, e incluso en los gimnasios existe la manía de robar vestimentas sudadas a falta de móvil. Por supuesto, el robo también se efectúa mirándose al espejo.
Nunca había entendido estas apropiaciones de lo ajeno, pero parece ser que existe alguna subcultura que yo desconocía en la que las marcas de sudor se llevan con orgullo (y satisfacción), más o menos como las cicatrices de metralla. Sólo eso explicaría la existencia de camisetas con marcas de sudor con un precio de 20 euros.
Jeff Luebe, que es el artífice, asegura que no están impregnadas de sudor y que son sólo una dudosa decisión estética, quizás para decir al mundo que el portador suda y eso, no sé, debe de significar algo importante que se me escapa.
Visto en This is why I'm broke.nopuedocreer.com
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