El candidato republicano Mitt Romney no deja de sorprender en su carrera hacia la Casa Blanca. Si hace unos días se metió él solito en un lodazal con un vídeo en el que despreciaba a los votantes de Obama por ser personas "dependientes" que se creen que el Gobierno debe cuidar de ellos, ahora se le ha ocurrido una propuesta peregrina en plena campaña electoral. A raíz del accidente que sufrió el pasado sábado el avión de su esposa, que le obligó a aterrizar de emergencia a causa de un pequeño incendio que llenó de humo la cabina, ahora Romney opina que la ventanillas de los aviones deberían poder abrirse (contraviniendo así hasta las leyes de la física).
Romney baja del avión en Pueblo (Colorado).
Lo explica este martes la prensa norteamericana, incrédula ante la ingeniosa declaración de Romney durante un acto para recaudar fondos en California. Durante el encuentro de campaña Romney explicó: "Cuando hay fuego en un avión no hay adónde ir... no se puede meter dentro oxígeno porque las ventanillas no se abren. No sé por qué no se puede. Realmente es un problema, un peligro (...) mi esposa se estaba ahogando, frotándose los ojos. Afortunadamente hubo oxígeno suficiente para que el piloto y el copiloto pudieran hacer un aterrizaje seguro en Denver, y ella está sana y salva", recoge una crónica del 'Washington Post'. El mismo rotativo trata de quitar hierro de un asunto tan delicado para la seguridad diciendo que quizá Romney estaría de broma ("¡abrir las ventanas a 20.000 pies! Me reservo el juicio", dice el cronista, antes de afirmar con sorna que espera no tener más noticias del candidato republicano sobre temas de seguridad, como si son necesarios tantos semáforos o los cinturones en los coches. ELPERIODICO.COM
Lo explica este martes la prensa norteamericana, incrédula ante la ingeniosa declaración de Romney durante un acto para recaudar fondos en California. Durante el encuentro de campaña Romney explicó: "Cuando hay fuego en un avión no hay adónde ir... no se puede meter dentro oxígeno porque las ventanillas no se abren. No sé por qué no se puede. Realmente es un problema, un peligro (...) mi esposa se estaba ahogando, frotándose los ojos. Afortunadamente hubo oxígeno suficiente para que el piloto y el copiloto pudieran hacer un aterrizaje seguro en Denver, y ella está sana y salva", recoge una crónica del 'Washington Post'. El mismo rotativo trata de quitar hierro de un asunto tan delicado para la seguridad diciendo que quizá Romney estaría de broma ("¡abrir las ventanas a 20.000 pies! Me reservo el juicio", dice el cronista, antes de afirmar con sorna que espera no tener más noticias del candidato republicano sobre temas de seguridad, como si son necesarios tantos semáforos o los cinturones en los coches. ELPERIODICO.COM
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