La última tendencia estética japonesa se llama 'bagelhead' o 'cabeza de rosquilla' y consiste en deformarse la cara con inyecciones subcutáneas de líquidos salinos que posteriormente pueden moldearse. La técnica es bastante sencilla: se inyecta una solución salina bajo la epidermis en un proceso que se prolonga unas dos horas. Esto provoca una hinchazón en la zona que puede ser moldeada a gusto del cliente. La figura más popular es un círculo grueso como una rosquilla, de ahí el nombre de esta moda.
Esta alteración del rostro es temporal y solo dura entre 16 y 24 horas, hasta que la sustancia, que no es tóxica, es absorbida por el organismo. La técnica se aplica principalmente en la frente, aunque también se puede emplear en otras partes del cuerpo, como brazos, senos y glúteos. Aunque el ‘bagelhead’ no es una práctica nueva, recientemente esta moda ha ido ganando aficionados en muchas ciudades de Japón, logrando reunir a miles de jóvenes-‘bagelheads’ en clubes nocturnos. Según afirman los fans de la tendencia, este tipo de modificaciones corporales son características de los que pretenden hacer las cosas a su propia manera y tienden a experimentar más. Sin embargo, los médicos señalan que la moda puede ser peligrosa para la salud dado que con las inyecciones en el organismo entran grandes cantidades de sal, lo que puede provocar deshidratación. Además, si el procedimiento se realiza en malas condiciones sanitarias, puede causar infecciones.
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