Cuando Sia Ka Tian, un taxista de 70 años de Singapur, miró la parte de atrás de su vehículo no dio crédito a lo que presenciaban sus ojos.
Allí, sobre el asiento reposaba una bolsa de papel negro que contenía una auténtica fortuna en metálico. Nada más y nada menos que 1,1 millones de dólares de Singapur, que traducidos a euro alcanzan la friolera de los 695.000. Una barbaridad.
Una pareja tailandesa, que había montado previamente en el taxi, era la propietaria de este dineral. Sia les había llevado a un centro comercial de la ciudad unos minutos antes y ellos se habían olvidado la bolsa.
Sia, taxista desde hace más de 30 años, no tuvo ninguna duda en devolver el dinero, tal y cómo revela en una entrevista concedida al Straits Times:
“Cuando vi el dinero pensé: aquí tengo un problema. Estaba seguro de que había al menos 200.000 dólares de Singapur en la bolsa”, reveló.
Una estimación que se quedó muy corta, ya que cuando llevó el paquete a la oficina de objetos perdidos de la compañía, sus aturdidos compañeros contaron más de 1 millón de dólares del país.
“El dinero no es importante para mí. No me pertenece, así que, ¿cómo puedo usarlo?”, confesó al medio.
La pareja tailandesa informó de la pérdida del dinero y Sia se lo devolvió al momento, recibiendo una recompensa en efectivo que no se ha hecho pública. La compañía de taxis también planea darle un premio por su buen servicio. Final feliz para este veterano taxista. AFP
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