Se hace realidad aquella mítica excusa de "profesora, no he hecho los deberes porque mi perro se los ha comido". Sucedió en Estados Unidos donde un perro labrador se comió un trabajo de Ciencias de su dueño de 13 años.
Bueno, tal vez sólo lo hemos oído en series o en películas... es la típica leyenda urbana... pero vamos, que se ha hecho realidad y ha sucedido, como no podía ser de otra forma, en Estados Unidos, más concretamente en el estado de Colorado.

El protagonista de la historia es Reggie, un perro labrador de 2 años, que se comió un volcán que su dueño de 13 años había preparado como proyecto para la clase de Ciencias. El estudiante tenía que hacer una reproducción de un volcán y se pasó horas y horas preparándolo. La clave estaba en que para ello utilizó chocolate (para la lava) y caramelos M&M's.

Para anclar todo el volcán, en vez de utilizar pegamento prefirió usar pequeños clavos, 50 en total.

El resto de la historia ya se la pueden imaginar: en un despiste el perro se comió el volcán (clavos incluídos), visita de urgencia al veterinario y susto morrocotudo de los dueños de Reggie. Sin embargo, el perro no pareció aprender la lección porque, tal y como podemos leer en el New York Daily News, cuando su dueño repitió el volcán, volvió a acercarse para comérselo.