La jueza estadounidense Deborah Griffith condenó el viernes en el estado de Arizona (suroeste de EE.UU.) a cadena perpetua, a un perro de raza pitbull, llamado Mickey.
Este fallo se produce después de que el perro mordiera a un niño de cuatro años, al cual le causó graves heridas en los ojos y el mentón. A pesar de que en esta zona del país es común que se ordene sacrificar a animales que sean retenidos por ataques de esta naturaleza, Mickey, gracias a los esfuerzos de defensores de los animales no fue sacrificado. Sin embargo, la jueza le quitó para siempre su libertad y tiene que ser castrado, se le tienen que sacar los colmillos y se le debe poner un microchip para saber permanentemente dónde está.
Pero lo más extraño de la sentencia es que el perro Mickey debe quedarse en un centro de adopción, en una jaula, y sin la posibilidad de ser adoptado. Es decir, el primer perro sentenciado a prisión perpetua de la historia canina. Por otra parte, el perro fue entregado al alguacil Joe Arpaio, famoso en EE.UU. por su posición radical xenófoba y por perseguir a inmigrantes indocumentados en el estado.
La víctima, el menor Kevin Vicente, deberá pasar por años de cirugía reconstructiva y mucha gente ha ayudado con dinero para la operación con la que se busca reconstruir la cuenca de su ojo derecho y su mandíbula. Hispan Tv
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