ANGLICISMOS 'LIFESTYLE' GUÍA PARA SABER CUALES USAR Y CUALES DESTERRAR

Fotograma de la película 'Lost in translation'

El mundo del lifestyle está en contacto con las injerencias extranjeras. Los trendsetters nos marcan el ritmo, las celebrities y socialites dan las noticias y las it-girls ponen de moda hypes como el selfie o el photobomb. Definitivamente el mundo del lifestyle (o del estilo de vida, hablemos con propiedad) está en contacto con las injerencias extranjeras. Tanto que a un neófito en la materia puede llegar a chocarle la ingente cantidad de anglicismos que se usan en este ámbito.

“Tiene que ver con la relevancia cultural y tecnológica del mundo anglosajón y con su enorme capacidad para extender sus modelos culturales a través del cine, la televisión, la música…” reflexiona Javier Lascurain Sánchez, coordinador general de la Fundéu BBVA. Además, en este ámbito -como en muchos otros- el uso de unas determinadas palabras sirve para reafirmar el conocimiento de quien las utiliza. En palabras de Lascurain, “forman una suerte de jerga y parece que quien la emplea con soltura está demostrando su conocimiento en la materia”.

En Vanity Fair no somos ajenos a este fenómeno, por eso queremos hacer propósito de enmienda señalando los anglicismos más recurrentes y apuntando, cuando la haya, la alternativa a usar en castellano.

Los anglicismos a evitar son aquellos que tienen una traducción directa, como pueden ser shooting (sesión fotográfica) front row (primera fila) catwalk (pasarela) o trendy (de moda). Si su interlocutor utiliza estas palabras sin solución de continuidad no lo dude, está usted ante un pedante con ínfulas que quiere demostrarle que pasó un verano en Brighton hace cinco años.

Hay otro segundo grupo, los anglicismos que se pueden traducir con facilidad, pero cuyo uso es tan generalizado que cuesta mucho rechazar. El ejemplo más claro sería el de top model, un concepto que acuñaron mujeres como Claudia Schiffer y Naomi Campbell allá por los noventa y que difícilmente podrá ser sustituido por el español ‘supermodelos’ por muchos programas de televisión que hagan bajo este nombre. No es el único ejemplo. Los imprescindibles de la temporada chirría más que los must de la temporada, aunque esta sea la forma correcta. Por último, no todo el mundo le entenderá si asegura que ha robado las amenities del hotel. Pero le aseguramos que si se refiere a ellas como ‘comodidades’ su interlocutor llamará directamente a la policía, pues nadie entenderá que se está refiriendo al gel, champú y jabón.

El lenguaje evoluciona, cambia y forma neologismos, y la mayoría vienen del país donde están pasando cosas: EE.UU. Términos en fase embrionaria, que aún no tienen traducción, o que, al adaptarse, pierden alguna connotación. Aquí podemos encontrar palabras como selfie (la Fundéu recomienda autofoto) o photobomb, trendsetter e it-girl, (para las que no hay un equivalente claro). Pero también podemos encontrar otros términos más longevos como la palabra socialite (a la que muchos añaden un acento final al creerla de origen francés). Lo más aproximado sería englobarla dentro del concepto de celebridad, pero así perdería el matiz que tiene en inglés, que asocia esa celebridad a las relaciones sociales.

“La mejor forma de expresar un concepto es la forma en la que mejor lo vaya a entender el destinatario” apunta Lascurain.“No se trata de pensar que todos los extranjerismos son malos” puntualiza. Se trata de encontrar la palabra que más se adapta a lo que queremos expresar. Y si para ello hace falta tirar del Oxford y relegar por un momento la RAE… ok. PERIODISMO.COM

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