Los coches de choque son un misterio en sí mismos: hacen uso del conductor agresivo que todos llevamos dentro pero lo hacen con niños, gente que todavía no sabe conducir y, por tanto, no ha desarrollado ese comportamiento. Este dato parece indicar que la agresividad al volante es una actitud que nos viene de serie: uno aprende a mamar y a insultar a sus congéneres al mismo tiempo, aunque no lo hace por limitaciones físicas evidentes.
Por supuesto, esa frustración se acumula durante años y de ahí que los coches de choque gocen de tanto éxito. Los niños lo aprovechan para desfogar ese comportamiento tanto tiempo reprimido; seguramente aprovechen para soltar algo del complejo de Edipo. Ya sabéis, para soltar lastre.
Hay muchas evidencias que indican que todo lo anterior es falso y está redactado por un tipo en un estado lamentable, ya que le están asfaltando la calle y tiene ganas de gritar y dormir al mismo tiempo, pero, en cualquier caso, estamos aquí para decir que el buen Tom Evans ha construido un coche de choque con todas las características necesarias y legales para ser conducido por la ciudad, desde retrovisores hasta intermitentes.
Esto abre múltiples interrogantes: ¿por qué lo ha hecho? ¿Va chocando a la gente como un loco? No, ¿verdad? Entonces, ¿qué sentido tiene construir un coche de choque pacifista? ¿No le quita todo sentido y lo convierte en un vehículo más? ¿Está frivolizando los coches de choque? ¿Cómo se atreve? ¿Cuánto tardan en asfaltar una calle? ¿Se les puede embestir con un coche de choque legal? ¿Te quitan puntos o tickets? - NOPUEDOCREER.COM
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