EL VERDADERO MOTIVO POR EL QUE EL ISLAM PROHIBIÓ EL CONSUMO DE ALCOHOL


En 632, año en que Mahoma moría en Medina, “la viña y el vino florecían en Arabia, Egipto, Líbano, Palestina, Siria, Armenia y Mesopotamia”, cuenta Gonzalo Gonzalo en su libro ‘El otro mundo del vino’. Hoy, sin embargo, sólo Líbano y Marruecos siguen produciendo el embriagador líquido. “¿Cómo pudo lograrse que algo tan enraizado en la cultura y que generaba actividad económica quedar reducido al cultivo de uva para pasas?”, se pregunta el autor. Respuesta: una riña de borrachos entre la cuadrilla de Mahoma.
Pero las religiones están creadas por los hombres y los hombres no somos más que la suma de nuestras experiencias. El tabú del alcohol entre los mahometanos vino, según el enólogo, por una pelea que mantuvieron los discípulos de Mahoma en Medina:
“La prohibición tajante de beber vino a los musulmanes sólo está reflejada en un versículo del Corán, que fue resultado de un incidente en Medina cierta noche en que los discípulos bebieron después de la cena. Una disputa entre ellos para la que Mahoma reclamó a Alá la forma para hacer reinar la armonía entre los discípulos. “En verdad, el vino y el maisar, y los anazab y las flechas son abominación de los hechos de Schaitán (Satán); evitadlos, pues que acaso, vosotros seréis felices…En verdad, quiere el Schaitán introducir entre vosotros la enemistad y la cólera en el vino…”
No deja de ser curioso que el vino que está postergado en la Tierra, será brindado a los fieles que lleguen al Paraíso (Janah, el jardín). Además de las consabidas vírgenes, los buenos musulmanes disfrutarán de banquetes exquisitos y vinos aromáticos que, eso sí, “no embriagan ni incitan a las peleas”. Y no hablamos de una copita, sino de ríos: Ríos de vino, una delicia para los bebedores…y rondará sobre ellos una copa de plata y vasos como botellas. Botellas de plata; las medirán exactamente, con medida. Y les darán a beber una copa, cuya mezcla será de jengibre…” (Asura).

Visto en ‘El otro mundo del vino’ y en El Corresponsal. Ilustración de Javier Juvera para el libro. Imagen de Vinisfera.- VIA:STRAMBOTIC

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