Ya va siendo hora de poner un poco de sentido común en la escalada tecnológica que estamos viviendo en el sector de la automoción. Nos dejamos cegar por un sinfín de artilugios bajo el eufemismo de las “ayudas a la conducción” sin darnos cuenta de que, la mayoría de esos caprichos, tienen un coste poco justificable.
Porque no solo se incrementa el precio del vehículo nuevo, sino que también nos afecta a la cartera cuando visitamos el taller para cualquier reparación o avería relacionada con alguno de esos delicados sistemas. De 1.700 a 4.700 euros extra podemos esperar en la correspondiente factura.
Por eso nos parecen interesantes las soluciones de baja tecnología como este Sensor de Aparcamiento Pollo Powered, que desempeña una funcionalidad similar (o incluso mejor) a otras más tecnológicas, pero a un coste mucho menor.
Estos sensores de aparcamiento son económicos en todos los sentidos. Tanto en lo que se refiere al coste del dispositivo, como en el hecho de que, para su instalación, ni siquiera requiere de la intervención de técnicos especializados.
Y con la ventaja de otorgarle a tu vehículo un toque de estilo inigualable. - nopuedocreer.com
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