MEMORIZA LOS DATOS DE 1.300 TARJETAS DE CRÉDITO PARA ROBAR A SUS CLIENTES


Un empleado de una tienda en Tokio ha sido arrestado en un inusual caso de fraude por haber sustraído la información de la tarjeta de crédito de más de 1.300 clientes, que posteriormente utilizó para realizar compras por internet.
Pero en lugar de desarrollar un intrincado método de clonación de tarjetas bancarias, o llevar a cabo una elaborada estafa on-line para hacerse con los números, este cajero de Japón utilizó una herramienta supuestamente aún más indetectable: su memoria fotográfica.
Según la policía, Yusuke Taniguchi, de 34 años, y empleado a tiempo parcial de una tienda en un centro comercial del barrio de Koto, memorizaba el número de 16 dígitos, nombre, fecha de caducidad y código de seguridad cada vez que un cliente pagaba con la tarjeta de crédito en su establecimiento.
Usando lo que se conoce como memoria eidética (el nombre científico que se le da a la comúnmente llamada memoria fotográfica), podía retener toda la información en cuestión de segundos, para posteriormente anotarla en un cuaderno. Tras el arresto de Taniguchi, la policía encontró en su casa este cuaderno con cientos de nombres y números, que ahora están cruzando con denuncias pasadas para determinar el alcance de sus presuntos delitos.
Según las fuerzas del orden, después del arresto, Taniguchi les dijo que, tras usar los datos de las tarjetas para comprar en internet, vendía los productos adquiridos en una casa de empeño, usando el dinero en efectivo para gastos de subsistencia, como comida o en pagar el alquiler.
Las redes sociales japonesas se han volcado en opinar sobre el incidente, con comentarios del tipo «Wow, ¿realmente hay personas que pueden hacer eso?», “¡Una memoria fotográfica! Es un poder increíble, pero conlleva una gran responsabilidad», «¡Que desperdicio de talento! ¿No hay ningún trabajo donde pueda usarlo?…
En el momento de su arresto, el sospechoso había comprado dos bolsos de lujo valorados en un total de 270.000 yenes (2.500 €), que fueron enviados a su apartamento; y que finalmente también llevaron a la policía hasta allí.
Aparentemente, el bueno de Yusuke estaba demasiado ocupado usando su prodigioso cerebro en memorizar nombres y números ajenos para darse cuenta de que proporcionar la dirección y el número de su casa era una mala idea. - strambotic - publico.es

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