La última moda en las redes sociales consiste en broncearse el agujero del culo. Bajo el hashtag de #buttholesunning, Instagram se ha poblado de sujetos despatarrados para recibir los rayos del astro rey “allí donde nunca llega el sol”, como se decía equívocamente hasta hace poco.
Según sus practicantes, tomar el sol en el ojete puede aumentar la producción de vitamina D y prevenir las hemorroides. “Dicen que 30 segundos de luz solar en las membranas mucosas del ano es el equivalente a estar todo el día al sol como la ropa puesta… Same BUTT not equal”, apuntilla el consultor de salud integral Troy Casey, de California:
La teoría de los 30 segundos culo al sol hay que atribuírsela a Ra Of Earth, un gurú de las terapias poco convencionales que asegura que “la luz solar tiene excelentes cualidades germicidas, y la exposición al sol ayuda a mantener las áreas anal y vaginal saludables y libres de gérmenes”.
En este vídeo expone a tres practicantes varones a la dosis correspondiente de bronceado anal Native Springs Oasis, en mitad del desierto de California.
Muchos de los practicantes del “butt hole sunning” se lo toman a broma, pero hay quien asegura que se trata de una “práctica ancestral taoísta”, entre cuyos beneficios están: “elevar la energía, mejorar el sueño, más creatividad y mejor conexión con la energía sexual y el control de mi fuerza vital”.
Parafraseando a nuestros compañeros de Shangay, “no tenemos del todo claro si esto es realmente cierto o simplemente es una excusa más para enseñar el culo (o fortalecer los abdominales), ya que no existe ningún tipo de investigación al respecto, pero tampoco nos importa demasiado… ¡Larga vida al butthole sunning!”
Visto en Instagram. Con información de El Caso y Shangay, via:Strambotic
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