La corona de Navidad es uno de los adornos típicos de esas fechas. Suele colocarse en la puerta de casa y es una especia de roscón vegetal en el que predominan los colores verde y rojo, con detalles dorados.
Para los que no dejan pasar ninguna festividad para acabar pegándose unos revolcones lujuriosos, la tienda Boohoo pone a la venta un set de coronas de Navidad reducidas a su mínima expresión. Lo suficiente para cubrir los pezones de una señorita (o de un señorito, por supuesto).
Es curioso que el diseñador ha tapado el agujero de la corona con un par de pequeñas campanillas doradas. Yo creo que quedaría mejor sin ellas, pero también hace gracia la idea de escuchar un tintineo navideño respondiendo al correspondiente bamboleo que se genera al realizar cierto tipo de actividades.
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