LA GUERRA DE LOS CAGADORES; EXTRACTO DE LAS CRÓNICAS DE GUERAU DE RIPOLL


"En el cauce del Ripoll, en el tiempo de la plaga, las gentes cogieron la costumbre de acumular papel de limpiar los culos en la despensa. En los mercados de la región entraron en carestía de tan preciada mercancía, y las gentes buscaran maneras de suplir la carestía. los de la mala vida, gentes de mal corazón, traficaron con el papel como si fuera oro de las minas del Rey Salomón, las buenas gentes, de buen corazón, compartieron nuevo y usado, y las gentes del campo, volvieron a emplear las hojas de acelga borda, berza o verdolaga; las gentes de villa, mucho menos espabiladas, se dañaron el ano con bastones y papel de estraza.
Con los días, las gentes, especialmente en ciudad, perdieron el seso y buscaron fuentes, manantiales de agua para limpiarse. De las colas que causaron gran disturbio, los cronistas lo registraron como "La guerra de los cagadores".
De aquellos días, nos queda el dicho de un fraile anónimo que dijo: "El cerebro reblandecido es la peor de las plagas". 

Este texto en catalán antiguo de 'LA GUERRA DELS CAGADORS', lo he más o menos traducido al castellano, pero el compañero Cayetano Gea, me ha regalado una transcripción cervantina que mejora la mia:

"Avisado lector que estas letras leyeres: dicen las malas lenguas que antaño hubo por estas tierras de nuestros pecados una guerra llamada de los cagadores, donde gente desaforada, después del natural desahogo, hacía uso de cantidades ingentes de blanco papel con el que limpiar sus inmundicias; hogaño, dígote que mejor para este menester de limpiarse el ojete sirve la hoja de berza, el trapo, la verdolaga y hasta la humilde piedra, antes que rimeros de papel blanco, siempre más costoso y, en estos tiempos de agitación y desmesura, difícil de encontrar y más difícil aún de darle custodia y acomodo en nuestras moradas.

y aquí la versión original:

"Et a la llera del Ripoll, en lo temps de la plaga, les gens agafaren lo costum d'acumular paper de netejar los culs a lo rebost. Et los mercats de la contrada entraren en carestia de tan preuada mercaderia, et les gens buscaren maneres de suplir la carestia. Los de la mala vida, males gens de mal cor, traficaren amb lo paper com si fos or de les mines del Rei Salomó; les bones gens, de bon cor, lo compartiren bo i usat. Les gents del camp, tornaren a emprar les fuyes de bleda borda; les gens de vila, molt menys espavilades, es danyaren lo detràs amb bastons i paper d'estrassa.
Amb los dies, les gens, especialment a vila, perderen lo senderi et buscaren fonts, deus et doys per netejar-se. Et les cues causaren gran disturbi, et los cronistes ho registraren com "La guerra dels cagadors".
D'aquells dies, mos queda la dita de un frare anònim que exclamà: Lo cervell estovat és la pitjor de les plagues". 

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