"¡Feliz primer cumpleaños a nuestra construcción de calles! Esta semana hizo un año desde que empezaron a destrozar nuestra calle", reza el texto de la usuaria, Natalie Naquin Harvey. "Un año después, la mitad de la calle está intransitable", se lamenta.
Natalie Naquin Harvey
el dimarts passatHappy first birthday to our street construction! It was one year ago this week when they first began to rip up our street. One year later, half the street is impassable — just last week, we had a massive, 6-foot-deep hole! To celebrate, I created a replica of the street scene in cake form: two layers of chocolate sponge with peanut butter frosting. #happybirthday #nola #roadworknola #lakeviewnola
Asimismo, indica que la semana pasada había un "enorme agujero" de 1,8 metros de profundidad. "Para celebrarlo creé una réplica de la escena callejera en forma de pastel: dos capas de bizcocho de chocolate con glaseado de mantequilla de maní", explica.
En una imagen aparece la mujer sentada sobre el asfalto con la tarta en su regazo, sujetando unos globos de colores, mientras que en otra se la ve de pie, sonriente, junto a las obras y a una máquina de la construcción detenida.
En la última fotografía muestra de cerca su creación, que pretende ser una representación visual de su calle: sobre el pastel unos muñecos de Lego trabajan con excavadoras en medio de conos y vallas, junto a un cartel que avisa del cierre de la calle.
La publicación de Harvey, que cuenta con casi mil interacciones y ha sido compartida más de 700 veces, se hizo viral en las redes sociales. "Gran sentido de humor en medio de esta locura. ¡Amo el pastel!", escribió una internauta. "El gobierno de la ciudad es descaradamente incompetente", comenta otro usuario.
En declaraciones a los medios, la mujer explicó que el año pasado la calzada donde se encuentra su casa estuvo bloqueada durante unos tres meses, y asegura que ahora ocurre lo mismo con la calzada de enfrente, por lo que dificulta el acceso a las viviendas situadas en ese lado.
En general, la mujer opina que las obras no terminan debido al horario intermitente de los trabajadores, que pueden estar hasta tres semanas seguidas sin avanzar. "Nunca se sabe cuándo se detendrá y cuándo volverá a comenzar", explica Harvey.
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