Excepto en el caso de los de movilidad eléctrica, los patinetes se propulsan cuando ponemos un pie sobre ellos y nos impulsamos con el otro contra el suelo. Sin embargo, esa no es la única forma de avanzar con el bautizado como Drezina, que se caracteriza por moverse además de una forma diferente. Y es que su desplazamiento se logra también moviendo su plataforma curva con un sencillo movimiento basculante parecido al de una mecedora. Este vehículo cuenta con un cuadro fabricado de aluminio aeronáutico, manillar plegable de altura ajustable, ruedas delanteras y traseras dobles hechas de poliuretano y una plataforma curvada de madera contrachapada en roble o haya.
La parte central de dicha plataforma está unida al cuadro del patinete a través de un elemento pivotante. Además, el extremo delantero del vehículo está vinculado a un mecanismo de transmisión de doble cadena que queda oculto. Cuando el usuario sube a la plataforma y la balancea con ambos pies para mover su extremo delantero hacia arriba y hacia abajo, la transmisión hace girar las ruedas delanteras.
El centro de la plataforma está unido al cuadro a través de un elemento pivotante. Es decir, el usuario hace moverse al Drezina cambiando su peso hacia un lado y hacia el otro, con un balanceo natural que hace que las ruedas delanteras giren siempre en la misma dirección. Un sistema específico de conexión entre esas ruedas logra que el balanceo siempre provoque dicho movimiento en ambas ruedas a la vez hacia delante.
Para detener el vehículo se emplea una palanca de freno convencional montada en la barra, que activa un freno de tambor en las ruedas traseras. Según los datos oficiales, el patinete pesa 8 kg y es capaz de alcanzar velocidades de hasta 25 km. Por supuesto, ello dependerá en gran medida de cada persona, pues recordemos que el vehículo es de movilidad cien por cien mecánica, sin ningún tipo de motor. El Drezina es plegable y está fabricado para soportar un peso total máximo de 100 kg sobre la plataforma, incluyendo tanto el peso del conductor como el de los accesorios que este pueda llevar (mochila, casco, etc). Teniendo en cuenta el precio de lanzamiento, este curioso patinete cuesta alrededor de 200 euros, si bien su importe normal posteriormente rondará los 500 euros.
Para ver el Drezina en acción solo tienes que echar un vistazo al vídeo que acompaña este artículo, donde podrás comprobar cómo un simple balanceo sin demasiado esfuerzo físico es lo único necesario para que el vehículo se desplace. Es evidente que moverse sobre esta alternativa nunca será tan cómodo como hacerlo sobre un patinete eléctrico, pero a cambio no deberemos preocuparnos por el estado de la batería ni por el coste de su recarga.
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