El pueblo francés de Châteauneuf-du-Pape emitió una extraña norma en 1954 que continúa vigente: los OVNIS no puede volar, aterrizar ni despegar desde su territorio. Hace algunos años, uno de los intendentes de Châteauneuf-du-Pape, bromeó sobre la norma que se mantiene desde hace más de 60 años. "Es una norma muy eficaz", indicaba Jean-Paul Boisson, cuando le preguntaban por qué no derogaban el decreto.
A finales de 1954, los reportes de avistamientos ovni en toda Francia comenzaron a propagarse, generando miedo entre los ciudadanos. La forma más común de describir estas naves era por su semejanza con los habanos, por lo que los franceses comenzaron a llamarlos 'Cigare Volant', es decir, cigarro volador. A pesar que no hubo reportes en la prensa sobre encuentros cercanos procedentes de Chateauneuf-du-pape, la gente de esta localidad estaba tan preocupada por los avistamientos y los efectos que los mismos provocaban en sus vinos, que el alcalde decidió vetar el aterrizaje de los ovnis en los viñedos.
La publicación del veto en los medios de la época indicaban:
¡PLATILLOS VOLADORES! El Sr. Alcalde no se anda con chiquitas, los «platillos o cigarros» que aterricen en Chateauneuf-du-Pape serán mantenidos en custodia si la policía rural los atrapa. El Sr. Lucien Jeune, alcalde de Châteauneuf-du-Pape, acaba de promulgar el siguiente decreto, el cual fue aprobado por el prefecto de la Vaucluse y ya entró en vigencia.
El Alcalde de Chateauneuf-du-Pape decreta:
Artículo 1.- El sobrevuelo, el aterrizaje y el despegue de las naves conocidas como platillos voladores o cigarros volantes, cualquiera sea su nacionalidad, queda prohibido en el territorio de la comuna.
Artículo 2.- Cualquier nave, conocida como platillo volador o cigarro volante, que aterrice en el territorio de la comuna, será inmediatamente detenida y mantenida en custodia.
Artículo 3.- El guardia forestal y el policía de la ciudad a cargo, tendrán la obligación de poner en ejecución este decreto.
Elie Jeune, descendiente del alcalde, asegura que Lucien Jeune tuvo la idea al regresar de un congreso donde se reunió con otros intendentes de la zona. "Se hablaba mucho de eso y había historias fascinantes. A mi padre se le ocurrió para aprovechar la publicidad de Châteauneuf y fue un golpe publicitario genial y gratuito", indicó Jeune, quien hoy maneja uno de los famosos viñedos de la zona francesa donde, asegura, nunca se ha posado un OVNI.
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