No es la primera vez que los agentes de seguridad de un aeropuerto retienen a un producto u objeto no declarado. Si bien es cierto que las políticas en este tipo de casos son muy restrictivas, lo cierto es que la multa que le han impuesto a ese hombre es exagerada. Los hechos ocurrieron en el aeropuerto de Australia. Las autoridades han sancionado con 2.664 dólares locales -1.822 euros- a un pasajero proveniente de Indonesia. Pero, ¿qué llevaba el hombre? Simplemente dos sandwiches de salchichas y huevos del McDonald's y un croissant con jamón.
Australia es un país con una normativa de entrada muy restrictiva, pero un tipo de fiebre aftosa detectada hace varias semanas en el aeropuerto de la ciudad de Darwin ha hecho saltar las alarmas respecto a la entrada de alimentos. Por esa razón, la sanción impuesta al hombre es tan elevada. Según informaron las autoridades locales, los alimentos requisados están ahora pendientes de analizar para determinar si están contaminados con esta fiebre.
"Esta será la comida más cara que haya pagado este pasajero", dijo el titular australiano de Agricultura, Murray Watt, en un comunicado. Murray también hizo referencia al porqué de la cifra de la multa. Según explicó el agente, el hombre que volvía de Indonesia violó las normas de seguridad alimentaria del país y, además, mintió en su declaración de viaje. Debido a la detección de la fiebre aftosa, el país australiano ha aumentado su vigilancia en los aeropuertos.
¿Qué es la fiebre aftosa? - Se trata de una enfermedad viral, muy contagiosa, de curso rápido, que afecta a los animales de pezuña partida o dividida: tal es el caso del ganado ovino y vacuno, el cerdo, el ciervo y el camello. La enfermedad se caracteriza por fiebre y formación de vesículas, principalmente en la cavidad bucal, hocico, espacios interdigitales y rodillos coronarios de las pezuñas. Fue detectada hace unas semanas y afecta principalmente a Indonesia, incluyendo a Bali, uno de los destinos principales de los viajeros australianos.
Sin embargo, la fiebre aftosa no es fácilmente transmisible al hombre y de hecho no supone ningún riesgo de salud pública. Se han registrado sólo algunos casos benignos de infecciones humanas, que no han requerido hospitalización. Estas infecciones han resultado del contacto directo con animales infectados. La infección en el hombre puede caracterizarse por síntomas leves, en particular botellas en las manos y en la boca.
Ante el temor de que la fiebre aftosa se propague en el país oceánico, poniendo en peligro las millonarias exportaciones agroganaderas, las autoridades australianas consideran que los productos cárnicos procedentes de Indonesia suponen un gran riesgo para la nación. De ahí el motivo de la elevada sanción por introducir unos simples bocadillos. - elcaso.cat
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