ALERTA DE SACRILEGIO: EL CASO DE LA CROQUETA DE PAELLA DE CHORIZO


“Chorizo, ¡sí! Paella, ¡sí! Croquetas, ¡sí!, ¡sí! ¿Todo junto? ¿Qué has hecho, M&S?”, se preguntaba el embajador del Reino Unido en España, @HughElliottUK, sumándose al juego de reaccionar ante la última provocación culinaria de un supermercado en su país. La alerta de sacrilegio corrió a cargo del periodista anglo-madrileño Simon Hunter (@simoninmadrid), que con su “NO, NO, NO” sirvió en bandeja un clásico de la conversación gastronómica en el patio digital: azotar verbalmente al enemigo en las batallas de recetas.

Se vende con aires caseros (“Hecho a mano en España”) por 5,75 libras, más de un euro la unidad. El chef Omar Allibhoy, de origen español, las prueba en un vídeo. Describe el sabor a chorizo y detalla cómo el paladar se va encontrando con lo prometido: granos de arroz entre la bechamel. Cremosa y resultona. Aprobadas. “¿Las incluiría en un menú? No, pero esa no es la cuestión. Cumplen muy bien un propósito y no me sorprenderá si también se venden bien”, escribe en su Instagram.

La croqueta de paella de chorizo es un ejemplo perfecto de los engranajes de las grandes cadenas de alimentación. Toda una industria cocinando tests en busca de novedades rentables que llamen la atención en una jungla tan complicada como un supermercado. Hace unos días se viralizó la acción de Infojobs y Grefusa de anuncio de trabajo de catador de snacks. Y hay cuentas de Instagram y TikTok especializadas en contar los lanzamientos de supermercados. La creadora de @novedades.mercadona tiene 600.000 seguidores solo en Instagram; entre sus últimos posts, las velas con olor a caramelo toffee, que no se comen, pero sirven de ejemplo. Entre los productos innovadores con más penetración en supermercados españoles este año están el Cruapán (un híbrido de pan de molde y croissant) o un turrón blando de galleta y chocolate, según el ranking anual sobre el sector del gran consumo de la consultora Kantar. Salen miles, pocos arraigan. 

Los caminos de la innovación alimentaria pueden parecer inescrutables. ¿Quién iba a pensar que un helado con forma de pie triunfaría? “Cuando un helado funciona, lo normal es prolongar su éxito con formas y sabores que no se alejen demasiado del original. Después de la mano, la continuación lógica nos pareció el pie. Y la idea del Frigopie también cuajó entre los consumidores”, contó su creador, Joan Viñallonga. Quizás en estos momentos en Mark & Spencer preparan el siguiente ‘frankenstein’. Con una ‘tortipaella’, y encima de chorizo, tendrían otro viral.


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