La empresa china Unitree sorprendió al mundo con la presentación de su robot humanoide G1, capaz de ejecutar complejas técnicas de kung-fu, incluyendo una impresionante patada giratoria de 720 grados. El hecho ocurrió en Zhejiang, donde el robot demostró su agilidad y equilibrio. El G1, pesa 35 kilogramos y mide 1.30 metros, cuenta con un avanzado sistema de aprendizaje e imitación, permitiéndole replicar con precisión los movimientos humanos. 
Además, está equipado con sensores LiDAR 3D y cámaras de profundidad para mejorar su percepción del entorno. Gracias a un innovador algoritmo de control, el G1 no solo puede realizar artes marciales, sino también ejecutar movimientos fluidos en distintos contextos, incluyendo bailes y tareas industriales. Su precio base es de 16,000 dólares, lo que lo hace más accesible en comparación con otros robots humanoides en el mercado. 
Unitree prevé que la robótica humanoide tendrá aplicaciones comerciales en un lapso de cinco años, con usos potenciales en seguridad, asistencia doméstica e incluso entretenimiento. Con avances como el G1, la frontera entre la ficción y la realidad tecnológica sigue desdibujándose.