En la esperada subasta celebrada anoche en la casa Christie's de Londres, la obra el El bebedor de absenta (1903), de Pablo Picasso fue vendida por 42,1 millones de euros. El Retrato de Ángel Fernández de Soto –el otro nombre con el que se conoce el lienzo– reproduce al que fue amigo de la primera juventud y compañero de juergas del malagueño en la Barcelona bohemia de principios del siglo pasado, y está considerado como una de las obras más representativas del periodo azul del genio.
zoom Momento de la subasta del óleo 'Retrato de Ángel Fernández de Soto', de Picasso, ayer en Londres.
La venta, que había despertado una enorme expectación, fue el desenlace de cuatro años de controversia y disputas legales. Actualmente propiedad de una fundación dirigida por el popular compositor y empresario inglés Andrew Lloyd Weber, el óleo tuvo que ser retirado, en el 2006, cuando estaba a punto de subastarse en Nueva York al ser reclamado por los herederos del banquero judío Paul Mendelssohn Bartholdy. Los descendientes alegaron que su antepasado tuvo que vender el cuadro, en 1936, presionado por los nazis. Finalmente, tras llegar el litigio a los tribunales, las dos partes alcanzaron un acuerdo. Un total de 63 obras de arte impresionista y moderno formaban parte de la subasta de ayer. Los lotes incluían creaciones de los más grandes, como Matisse, Van Gogh, Monet, Renoir, Juan Gris, Dalí, Miró y Magritte.
HISTORIA TRÁGICA / Una de las piezas más espectaculares: el óleo de grandes dimensiones Retrato de Ria Munk, de Gustav Klimt, también fue en su día robado por los nazis a una familia judía austriaca. El cuadro, estimado entre 16 y 20 millones de euros, fue adquirido por 22,8 millones. Detrás de la bellísima dama se esconde una historia trágica. Aranka Munk, la madre de Ria, pidió al pintor un retrato de su hija que se había suicidado de un disparo en el pecho a causa de un amor perdido. Años más tarde, en 1941, los nazis se apoderaron del cuadro y deportaron a Aranka, que moriría en un campo de concentración en Polonia. El retrato terminó en un museo la ciudad de Linz, que en el 2009 lo devolvió a sus legítimos herederos. fuente - elperiodico.es
zoom Momento de la subasta del óleo 'Retrato de Ángel Fernández de Soto', de Picasso, ayer en Londres.
La venta, que había despertado una enorme expectación, fue el desenlace de cuatro años de controversia y disputas legales. Actualmente propiedad de una fundación dirigida por el popular compositor y empresario inglés Andrew Lloyd Weber, el óleo tuvo que ser retirado, en el 2006, cuando estaba a punto de subastarse en Nueva York al ser reclamado por los herederos del banquero judío Paul Mendelssohn Bartholdy. Los descendientes alegaron que su antepasado tuvo que vender el cuadro, en 1936, presionado por los nazis. Finalmente, tras llegar el litigio a los tribunales, las dos partes alcanzaron un acuerdo. Un total de 63 obras de arte impresionista y moderno formaban parte de la subasta de ayer. Los lotes incluían creaciones de los más grandes, como Matisse, Van Gogh, Monet, Renoir, Juan Gris, Dalí, Miró y Magritte.
HISTORIA TRÁGICA / Una de las piezas más espectaculares: el óleo de grandes dimensiones Retrato de Ria Munk, de Gustav Klimt, también fue en su día robado por los nazis a una familia judía austriaca. El cuadro, estimado entre 16 y 20 millones de euros, fue adquirido por 22,8 millones. Detrás de la bellísima dama se esconde una historia trágica. Aranka Munk, la madre de Ria, pidió al pintor un retrato de su hija que se había suicidado de un disparo en el pecho a causa de un amor perdido. Años más tarde, en 1941, los nazis se apoderaron del cuadro y deportaron a Aranka, que moriría en un campo de concentración en Polonia. El retrato terminó en un museo la ciudad de Linz, que en el 2009 lo devolvió a sus legítimos herederos. fuente - elperiodico.es
1 Comentarios
Gracias por compartir esta noticia.
ResponderEliminarYa la envie a Cesc por facebook, el lo debe saber pero la envié.