Capas rojas, leotardos azules y una inconfundible S bordada en el pecho.
Londres se llenó este viernes de 'supermanes' y lo hizo por una buena causa.
Un total de 180 empleados de Goodman Masson se disfrazaron del popular superhéroe y acudieron con sus familias a Charterhouse Square, para batir el récord mundial de esta 'disciplina'.
El objetivo del reto era caritativo: ayudar a recaudar dinero para las fuerzas armadas británicas. Mundo curioso.