EL FIASCO DE LAS PIPAS DE LA TATE

Gran fiasco el sufrido por la Tate Modern de Londres al tener que cerrar al público el acceso a lo que era su última magna instalación. Los cien millones de pipas de porcelana extendidos sobre el suelo de la Sala de Turbinas de la Tate despiden, al ser friccionadas por los pasos del público, un polvo que puede ser perjudicial para la salud. La obra “Semillas de Girasol”, ideada por el artista chino Ai Weiwei, fue inaugurada el pasado martes y sólo ha estado abierta tres días. Tras unas horas de cierre sin haber dado explicaciones, la Tate emitió este viernes un comunicado en el que indica que los visitantes se tendrán que conformar con ver las pipas a distancia, desde el balcón que cruza la Sala de Turbinas.
“Aunque la porcelana es muy dura, el entusiasmo de la interacción de los visitantes ha generado un nivel de polvo en la Sala de Turbinas mayor el esperado”, explicó el museo, sin especificar el coste que ha tenido la instalación. “La Tate ha sido advertida de que el polvo podría ser perjudicial para la salud al ser inhalado repetidamente durante largo período de tiempo. Como consecuencia de ello, la Tate, tras consultar con el artista, ha decidido no permitir a los visitantes caminar sobre la escultura”.
La Tate ha decidido mantener la instalación los seis meses que estaban previstos
Con ello se elimina el sentido propio de la instalación, que más allá de la mera interacción, pretendía demostrar cómo lo que de lejos parece una masa uniforme, de cerca se descubre como objetos con una individualidad, pues las pipas han sido fabricadas y pintadas una a una a mano. También se frustra la pretensión de combinar la visualidad con el tacto y el sonido de la pisas aprisionadas bajo las suelas de los visitantes.
A pesar de esas deficiencias, la Tate ha decidido mantener la instalación los seis meses que estaban previstos, aunque seguramente no alcanzará los dos millones de visitantes que esperaba. Ya problemas con el riesgo para la salud se han producido en otras instalaciones de la Serie Unilever, que anualmente ocupa la Sala de Turbinas de este museo de arte contemporáneo. Así ocurrió con las caídas causadas por la grieta que recorría todo el suelo, obra de 2008 de la artista colombiana Doris Salcedo, y las provocadas por los toboganes que descendían desde pisos superiores, creados en 2007 por Carten Höller. Pero en ninguno de esos casos previos la instalación fue cerrada completamente al público.
“Semillas de Girasol” pretendía simbolizar la mayoría de edad alcanzado por el arte comtemporáneo chino. Pero lo que ha demostrado es que los estándares sobre seguridad y sanidad pública chinos están muy por detrás de Occidente. Las pipas fueron elaboradas durante dos años por 1.600 artesanos de la población de Jingdezhen, siguiendo procesos de larga tradición.abc.es

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