“Durante los últimos 30 años, el mostacho de la Guardia Civil se ha mantenido siempre en su sitio. Y ahora hemos hecho una pequeña pero importante actualización”, explicaba ayer el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, durante la presentación del nuevo bigote de la Guardia Civil. El rediseño del mismo se ha hecho aprovechando el aniversario del 23-F y con la esperanza de dejar atrás, de una vez, la imagen que vincula a este cuerpo de seguridad con el fallido golpe de Estado. Así pues, del bigote poblado de trazo grueso “a lo Tejero” se ha pasado a un bigote algo más estilizado y vanguardista “aunque sin dejar atrás todo el legado de la Benemérita”.
Según explicaba uno de los diseñadores presentes en la comparecencia del ministro, además de mantener el estilo de la Guardia Civil el bigote ofrecerá a sus miembros “la libertad y la flexibilidad para explorar, innovar y buscar una nueva manera de comunicar su voluntad de ayudar al ciudadano. Será un bigote más fresco que, en definitiva, incitará al diálogo. Será una metáfora de la democracia pero también del control policial. Da mucho ‘buenri’ este nuevo bigote”, insistía el experto.
Ejemplo de aplicación en camiseta.

En combinación con el nuevo bigote, los diseñadores han buscado más elementos gráficos que permitan identificar a la Guardia Civil por su logotipo sin necesidad de usar la tipografía. “Y hemos pensado en las gafas de sol para imprimirlas en camisetas, tazas y otros objetos que serán del agrado de muchos modernos. Ciertamente, los modernos representan un colectivo muy alejado de las fuerzas del Estado y creemos que con este movimiento de ‘branding’ la Guardia Civil podrá acercarse a ellos”, explicaba el diseñador. Éste, posteriormente, se ha dedicado a pronunciar palabras en inglés como “Look and feel”, “Equity” e “Illustrator” hasta que el propio Pérez Rubalcaba le ha interrumpido gritando “¡Quítate de ahí!”.