Dolly Jean Barbara Brown, de 27 años de edad y residente en la “tent city” (algo así como un poblado para gente sin recursos) de New Castle (EE.UU.) participó en una extraña pelea.
En un escandaloso estado de embriaguez Dolly tuvo la feliz idea de acercarse a la casa de un vecino a preguntar por unos cachorros que el residente quería vender. Al parecer la señorita Brown ya había pagado, pero el vecino no estaba de acuerdo con el importe, por lo que ambos empezaron a discutir.
Al ver mermadas sus facultades polémicas reducidas por los efectos del alcohol Brown dedició dar a su “enemigo” donde más le dolía: le quitó de su bolsillo una bolsa de tabaco. Y para fastidiar más dijo que aquella bolsa era suya y que el ladrón realmente era él. Como el tipo no atendía a razones ni argumentos tan bien elaborados, Dolly procedió a darle un puñetazo en la nariz.
Así el estafador cachorril se retiró sangrando dentro de su casa. Brown esperó a que, herido en su orgullo, saliese con el cachorro. Pero ella esperó en vano. Su ira, como es natural, crecía.
Decidió pues arremeter contra la casa del individuo. Y a falta de piedras o de otro objeto contundente, agarró una figura de la Virgen María que estaba en el jardín y la estrelló contra el porche de la víctima, que acabó llamando a la policía.
Ahora Brown está a la espera de juicio. Eso sí, no estará sola: le acompañan cargos por asalto, conducta criminal, embriaguez pública y acoso (nada se ha dicho de blasfemia, pero se espera que la Inquisición Española se la guarde).
Y la pobre sin perrito que le ladre.
Visto en Nothing To Do With Arbroath/NO PUEDOCREER.COM
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