El 18 de marzo de 2011 se celebra el Día Mundial del Sueño, un evento internacional declarado el 2008 por la Asociación Mundial de Medicina del Sueño (WASM, por sus siglas en inglés) con el objetivo de promover la importancia de dormir bien, ya que de la calidad del sueño depende la salud, así como la educación, la vida social y la seguridad en la vida cotidiana.
Según la organización, en nuestro tiempo la somnolencia y el insomnio constituyen una epidemia global que amenaza la salud y la calidad de vida, pero se los puede prevenir y tratar médicamente en cualquer país del mundo.
El lema del Día del Sueño 2011 es “Duerme bien, crece sano”. Según los datos de la Asociación, un sueño de calidad insuficiente, de la que sufren cerca de 25% de niños en todo el mundo, puede provocar obesidad, lesiones en accidentes, problemas emocionales, agresividad, frustración, alteración de los niveles de actividad, así como perjudicar la memoria, la atención, la capacidad de aprender y razonar, es lo que impactó a los estudios.
Varios especialistas llaman la atención a la importancia de un buen sueño en los períodos más tempranos de la vida, porque la calidad del mismo determina la salud de las personas en el futuro. En particular, dormir bien es muy importante durante los primeros años de vida y durante la pubertad, puesto que el sueño juega un papel muy importante en la maduración del cerebro.
Para ayudar a los padres a asegurar el buen dormir de sus niños, la WASM ha publicado los diez “mandamientos”. Se aconseja que los padres establezcan y mantengan un horario regular de acostarse y levantarse, así como un horario regular para las actividades durante el día, mantengan una rutina constante antes de acostar al niño (ponerle pijama, lavarse los dientes, leer o escuchar un cuento), eviten la luz brillante y el uso de aparatos electrónicos antes de acostarlo y en las horas del sueño.
Es también necesario que los niños hasta los cinco años de edad duerman siestas en horarios regulares y de duración adecuada para la edad, así como realicen ejercicio y pase un tiempo al aire libre, indican los especialistas. Y también indican que hay que eliminar alimentos y bebidas de la dieta de los niños que tengan cafeína, como refrescos de cola, café y té. RT.COM
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