La predicción del fin del mundo está aquí, de nuevo, como cuando el predicador Harold Camping anunció (y a muchos convenció) que la Tierra se destruiría el pasado 21 de mayo. O como cuando diez días antes alguien vaticinó que un terremoto destruiría Roma y consiguió atemorizar a la población. O, sin ir más lejos, como cuando hace apenas dos semanas un pastor cubano se encerró con sus fieles en La Habana convencido de que solo ellos se salvarían del tsunami que iba a arrasar la ciudad.
Solo hay una posibilidad de que el fin del mundo no llegue el próximo 11 de noviembre de 2011 y que lo haga antes, concretamente este 27 de septiembre, cuando el cometa Elenin impacte contra la Tierra y deje a su paso todo tipo de catástrofes naturales. Esta es la cruda premonición, desmentida por todos los científicos serios.
Todos estos dichos fueron tajantemente negados por el fotoastronómo Arturo Gómez, quién expresó su molestia ante estos rumores agregando que Internet es muy bueno para muchas cosas y muy malo para otras, como este caso donde se crea una psicosis colectiva.
El especialista aclaró que este cometa si existió pero que su estructura era tan débil que se desintegró, desapareciendo hace ya 3 semanas.
Para empezar, desde el punto de vista de la Numerología nada hay que sostenga que esta fecha arrastra una maldición detrás, ya que según esta disciplina el 2011 hay que descomponerlo en 2+0+1+1, con lo que da como resultado el 4. Es decir, el día ya no será capicúa ni tendrá todas sus cifras iguales. Tampoco tiene sentido recurrir a las interpretaciones literales de las Escrituras ya que es un error intentar comprenderlas fuera del contexto en el que fueron escritas. AGENCIAS
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