Un estudio de la Universidad Complutense de Madrid ha revelado que expresiones como “¡Cuidado!”, “¡Ojo!” e incluso la suma de ambas, “¡Ojocuidao!”, reducen el riesgo de accidente cuando son proferidas de forma clara y contundente. Los expertos han llegado a esta conclusión después de realizar numerosos experimentos.

“Si una persona está en la bañera y gritas ‘¡Cuidado!’ antes de lanzarle un secador encendido, es más probable que salga de la bañera antes de electrocutarse. Si tiene la suerte de oírte, claro, porque el secador a veces ensordece a la víctima. Hemos hecho pruebas con secadores especiales que gritan ‘¡Cuidado!’ cuando entran en contacto con el agua y los resultados han sido bastante buenos. Ha habido más secadores estropeados que muertos, y esa es una buena proporción” aclara el doctor Rodríguez Marras, responsable del estudio. Rodríguez Marras también argumenta que el accidente nuclear de Chernóbil en 1986 fue especialmente grave “porque nadie gritó ‘¡Cuidado!’ hasta pasadas tres horas”.

Gracias a la colaboración del Cuerpo Nacional de Policía, la investigación de la Universidad Complutense ha podido determinar también que cuando se grita “¡Al ladrón!” después de un robo, las posibilidades de que los delincuentes sean capturados aumentan un 25% “salvo que los ladrones sean rumanos o de otra nacionalidad extrajera, porque en estos a casos no entienden lo que se dice y no se ponen nerviosos”.

Grandes avances en el tratamiento del dolor

El estudio aporta datos que podrían revolucionar los tratamientos paliativos del dolor. “Si te das un golpe y gritas ‘¡Puta!’ o ‘Me cago en la puta madre que me parió’, la percepción del dolor disminuye notablemente. No así cuando se canta ‘Sana sana, culito de rana, si no sana hoy sanará mañana’. Esto es una imbecilidad”, explica Rodríguez Marras. El especialista cree que “dentro de unos años los insultos muy fuertes sustituirán la anestesia”. ELMUNDOTODAY.