Pues no se ha acabado el mundo. Algún entrometido anónimo lo habrá salvado haciéndose el héroe y habrá acabado con el dios oscuro en el último momento haciendo uso del poder del amor, la fraternidad y el sacrificio de algún ser querido. Así que el mundo sigue. Gracias, entrometido.
En fin, siempre nos quedará la masturbación.
Willaboo es una genialidad pequeña y portátil, una especie de vagina hinchable que no es una vagina aunque, para el caso, da el pego. Ocupa poco más que un preservativo pero, a diferencia de éste, asegura el sexo vayas donde vayas. Puede ser usado en los viajes de negocios, en el trabajo, en clase, en los aseos públicos, en el teatro, en las conferencias de Economía del Déficit Atencional y hasta en el maletero de un coche (este caso es bastante incómodo, así que es recomendable dejarlo como última opción y sólo en casos de rapto).
El funcionamiento es sencillo: se pagan los 2,95 euros del producto, se recibe, se saca el Willaboo de su envoltorio, se sopla o rellena de agua, se aplican los preliminares seductores obligatorios y se embiste. Aviso: los que quieran echarle agua ardiendo para hacer la experiencia más salvaje pueden resultar gravemente lesionados o, peor, pueden romper el Willaboo. Es mucho más práctico espolvorear la superficie con pimienta y cerrar los ojos.
Visto en Factor Mujer gracias a Miriam - NOPUEDOCREER.COM
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