Dicen que la boca de los perros es más limpia que la de los humanos. Sin embargo no es razón suficiente para pasar todo el día besuqueando y recibiendo lengüetazos de nuestras mascotas... ¿o sí?
La semana pasada se realizó en Portland, Estados Unidos, el 9no concurso anual de besos de perros de San Valentín. Las reglas de tan extraña competición son simples: los dueños deben dejar que sus mascotas los besen y pasen la lengua por toda la cara, labios incluidos, por la mayor cantidad de tiempo posible. Quienes se den "el beso" más largo, ganan un certificado por 75 dólares para gastar en la tienda de mascotas Planet Dog.
En esta edición, los ganadores fueron Beau, un Yorkie de 12 años de edad y su propietaria, Linda Walton. Su beso duró exactamente 45,8 segundos. El segundo lugar fue para Sunny, un terrier y su dueño Casey Mountain, con un beso de 16,8 segundos, mientras que Django y su propietario Erik Boucher llegaron en tercer lugar con 11,7 segundos.
Muchos de los concursantes declaran año a año que no participan por el premio sino por el placer de ser besados por sus mejores amigos. "No me interesa el dinero. Yo sólo quiero demostrar el cariño que mi perrito tiene para dar", declaró una de las participantes.
Aunque la mayoría de los médicos coinciden en que no hay peligro en dejarse besar por un perro, siempre es bueno recordar que la boca de un animal puede albergar una gran cantidad de bacterias, y si la boca de la mascota no es higienizada regularmente, es mejor no acercarse demasiado a ella.
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