ADIÓS AL CALLEJÓN DEL CHICLE EN SEATTLE

Otras ciudades tienen puentes con candados, estanques con monedas... y Seattle (EEUU), un callejón lleno de chicles mascados y pegados a un muro que, durante 20 años, se ha ido convirtiendo en el lugar donde todo buen viajero se ha hecho la foto.
Más de un millón de gomas de mascar después, y de insalubres condiciones higiénicas (sobre todo en verano), aunque sí, muy vistosas por sus colorines, las autoridades de Pike Place Market han decidido limpiar los dulces petrificados en las paredes. La cosa viene de antiguo, cuando en 1991 el público de un teatro vecino comenzó a marcar el camino de entrada al local. Luego, los transeúntes y los turistas hicieron el resto. Un equipo de tres hombres con monos blancos y equipos de vapor a presión se han encargado de la tarea. Como se aprecia en un vídeo que circula en Youtube, los trabajadores han usado unas máquinas industriales de vapor que funcionan como una lavadora a presión. La limpieza del infame muro ha costado 4.000 dólares (3.700 euros). 

  

Los funcionarios, de todos modos, no las tienen todas consigo; pues temen que, tras el lavado de cara, los visitantes vuelvan a la tarea de adornar los muros del lugar. "Solo espero que los ciudadanos de Seattle no me odien por quitar el chicle", ha declarado Kelly Foster, de la empresa de limpieza. ELPERIODICO.COM

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