Cuando Stephanie Richard, fabricante de pasta artesanal, añadió insectos a su mezcla como capricho, no podía imaginarse que se convertiría en un gran éxito. La demanda de sus crujientes fideos ‘ricos en proteínas’ es ahora tan grande, ¡que está luchando para mantenerse al día con las órdenes!
Richards, que cree firmemente que los insectos son “la proteína del futuro”, contó que tuvo la idea de añadirlos a la pasta en 2012, mientras intentaba desarrollar una versión de alto valor proteico para atletas. Fue entonces cuando un distribuidor de insectos de la zona de Lyon se puso en contacto y le sugirió la incorporación de insectos para su pasta, y a ella le encantó la idea.
Comenzó a producir pasta de harina de insectos alrededor de Navidad de ese año, y el producto comenzó a volar de los estantes. Su tienda lanzó la inusual pasta justo antes de las vacaciones de invierno, y vendió alrededor de 500 bolsas en cuestión de días.
Richards, que cree firmemente que los insectos son “la proteína del futuro”, contó que tuvo la idea de añadirlos a la pasta en 2012, mientras intentaba desarrollar una versión de alto valor proteico para atletas. Fue entonces cuando un distribuidor de insectos de la zona de Lyon se puso en contacto y le sugirió la incorporación de insectos para su pasta, y a ella le encantó la idea.
Comenzó a producir pasta de harina de insectos alrededor de Navidad de ese año, y el producto comenzó a volar de los estantes. Su tienda lanzó la inusual pasta justo antes de las vacaciones de invierno, y vendió alrededor de 500 bolsas en cuestión de días.
Richards utiliza grillos o saltamontes pulverizados para su original pasta, pero a veces le gusta mezclar los dos, y le agrega algunos hongos cepe a la mezcla para darle más sabor. “Tiene una especie de sabor a nuez gracias a los champiñones, por lo que el gusto es más parecido a la pasta de trigo integral”, explicó. La proporción de la mezcla es de siete por ciento harina de insectos, y 93 por ciento harina de trigo orgánica, más huevos.
El resultado es una pasta de color marrón que se conforma como fusilli, espaguetis, penne, y radiatori, y se vende a un precio de seis euros por paquete de 250 gramos. La pasta de harina de insectos es, evidentemente, más cara que los fideos regulares, pero de acuerdo con Richards, es un gran sustituto de la carne para los vegetarianos.
El resultado es una pasta de color marrón que se conforma como fusilli, espaguetis, penne, y radiatori, y se vende a un precio de seis euros por paquete de 250 gramos. La pasta de harina de insectos es, evidentemente, más cara que los fideos regulares, pero de acuerdo con Richards, es un gran sustituto de la carne para los vegetarianos.
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