La compra de la primera casa suele ser un motivo de alegría, pero para la joven Tamara Holloway, de Nashville, Tennessee, fue una terrible pesadilla, porque el hombre al que le compró la casa se negó a dejarla. Holloway cerro el trato de la casa el 01 de junio, y aunque no había ninguna cláusula en el contrato que dijera que el antiguo propietario Justin McCrory no podría permanecer allí después de esa fecha, él simplemente se quedó.
“La transacción se llevó a cabo y ella obtuvo una buena propiedad,” dijo McCrory a la prensa local. “¿Cuál es el problema?… Técnicamente no tengo que irme a ninguna parte. Tendrían que desalojarme y no creo que consideren esa opción”.
La inmobiliaria que gestionó la venta de la propiedad también contactó a McCrory pidiéndole salir de la casa, pero no parece haber surtido efecto, por lo que la nueva propietaria presentó una orden de detención, el primer paso en un proceso de desalojo.
Sin embargo, puede tomar hasta 30 días lograr remover a alguien por la fuerza de esa manera, así que las cosas no se veían bien para la inexperta compradora.
Cuando se conoció la historia por primera vez, todo el mundo se sorprendió. Marcos Leedom, abogado de bienes raíces, declaró que nunca había escuchado hablar de un caso como éste. Incluso la Asociación de Agentes Inmobiliarios de Nashville se sorprendió, y difundió una advertencia para que los potenciales compradores eviten este tipo de problemas.
“Es una pesadilla”, dijo Tamara Holloway a News 2 en Nashville. “El vendedor pirateó mi casa.” Por suerte para ella, toda la atención que su historia ha estado recibiendo tanto en los medios locales como nacionales, parece haber intimidado al antiguo propietario Justin McCrory, y el 14 de junio se informó que Holloway finalmente consiguió las llaves de su nueva casa. La joven admitió que el problema probablemente habría sido mucho más difícil de resolver sin la ayuda de la prensa.
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