En Raubdruckerin venden bonitas camisetas estampadas. Nada especial, miles de tiendas similares se dedican a lo mismo. Pero esta es diferente en dos aspectos: sus márgenes comerciales son mejores que los del resto de la competencia gracias a que su inversión en maquinaria de estampación es mínima. El otro factor diferencial es disponer de un brillante storytelling (siempre he querido utilizar este palabro, perdonad la licencia).
Para el proceso concreto de la estampación de una camiseta o un bolso de tela solo necesitan un botecito de pintura, una brocha y una tapa de alcantarilla (si tiene un diseño original, mejor). Que la tapa de la alcantarilla pertenezca a la calle de alguna ciudad con encanto turístico es el factor que enriquece el storytelling (ji, ji).
El procedimiento es sencillo: se pinta el relieve elevado de la tapa de la alcantarilla, se presiona sobre ella la tela a estampar y se vigila que no te vea un guardia; en algunas ciudades te pueden multar por ensuciar el mobiliario urbano y por utilizarlo para fines comerciales. O algo así.
Ahora que pienso, la gracia es tener en el catálogo tapas de alcantarilla de diversas ciudades, por lo que los costes que se ahorran en maquinaria pueden quedar compensados por los gastos de desplazamiento.
En cualquier caso, el producto resultante nos gusta. De momento tienen estampados obtenidos en alcantarillas de las calles de Berlín, Amsterdam, Lisboa y París.
Visto en Bored Panda via nopuedocreer.com
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