LA FANTÁSTICA HISTORIA DEL ÁRBOL MÁS SOLITARIO DEL MUNDO


El mítico Árbol de Ténéré, ubicado en el desierto del Sahara, en la región de Niger, tuvo uno de los finales más absurdos que ha tenido un ser vivo a lo largo de la historia.
Era la única sobra en un radio de 400 kilómetros. El mítico Árbol de Ténéré, ubicado en el desierto del Sahara, en la región de Niger, tuvo uno de los finales más absurdos que ha tenido un ser vivo a lo largo de la historia.
Durante tres siglos, el Árbol de Ténéré sirvió de referencia a viajeros y caravanas, y era testigo mudo de la frondosidad que un día enverdeció la desértica región. Según los historiadores el árbol formaba parte de un bosque gigantesco, que como consecuencia del cambio climático, desapareció. Sólo quedó él.
Hacia 1930,  una excavación francesa descubrió que el árbol se mantenía con vida porque sus raíces rescataban el agua de un pozo subterráneo que se encontraba a 30 metros de profundidad. Fue durante esta excavación cuando el árbol sufrió la rotura de su rama principal como consecuencia del choque de un camión, tal y como recordó, 'Smithsonian'.
En 1973, un conductor ebrio se lo llevó por delante. El coche se salió de la carretera e impactó contra el único árbol que existía en la localidad, como hemos comentado antes, no existía nada más en un radio de 400 kilómetros. Tenía 300 años.

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